Las oficinas del centro de trabajo de la fábrica de La Araña, en Málaga, donde se encuentra la sede central de HeidelbergCement en España, han logrado obtener el Certificado de Calidad Ambiental Municipal del Ayuntamiento de Málaga. Se trata de una distinción que acredita a las empresas por su compromiso y buenas prácticas hacia la sostenibilidad y hacia una gestión eficaz de los aspectos ambientales.
Para la obtención de la certificación, las oficinas del centro de trabajo de la fábrica de La Araña pasaron por un proceso de auditoría por parte de los técnicos del Centro Asesor Ambiental dependiente del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga. En ella, se valoró el impacto que tiene la actividad profesional en cada uno de los aspectos relacionados con la gestión ambiental, el consumo del agua y la energía, la movilidad sostenible y la gestión de las compras y residuos, entre otros.
Las conclusiones obtenidas durante la visita de certificación resaltaron que las oficinas FYM-HeidelbergCement Group llevan a cabo una correcta gestión hídrica, energética, acústica, de residuos y de buenas prácticas ambientales.
Compromisos de Sostenibilidad 2030
HeidelbergCement Group posee un sólido compromiso y respeto hacia el medio ambiente que desarrolla a través de una estrategia empresarial cada vez más sostenible. La obtención del Certificado de Calidad Ambiental Municipal del Ayuntamiento de Málaga es una muestra más de estos principios y supone un paso más en la Estrategia de Sostenibilidad de HeidelbergCement, recogidos en los Compromisos de Sostenibilidad 2030 de la compañía.
FYM-HeidelbergCement Group impulsa, desde 2019, un programa de reciclaje para trabajadores de la fábrica de La Araña, en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga. Bajo el lema ‘La economía circular: una responsabilidad de todos’, y englobada dentro de su Plan de Acción Social, la fábrica de Málaga pretende con esta iniciativa sensibilizar a todo su personal sobre la necesidad de reducir, reciclar y reutilizar residuos, para lo que están participando en talleres de concienciación en los que aprenden cómo pueden contribuir desde su puesto de trabajo a la economía circular.
Por último, lleva a cabo importantes acciones relacionadas con la reducción del consumo de agua, la eficiencia energética y de protección de la biodiversidad de su entorno, entre otras muchas.