La mayoría de las edificaciones y construcciones que forman parte del patrimonio histórico necesitan un mantenimiento específico con hormigón que evite, o bien repare, el deterioro que han podido sufrir a lo largo del tiempo. En este sentido, la compañía Cemex se ha especializado en la fabricación de hormigones diseñados para la rehabilitación y conservación de edificios históricos.
Las características únicas del hormigón lo convierten en el principal material empleado para la rehabilitación de espacios históricos por sus múltiples beneficios: disponibilidad de producción local, buena resistencia tanto a la tracción como a la comprensión y el paso de los años, bajo coste de mantenimiento y adaptación a la forma, la textura, el color y el tamaño de cualquier superficie, entre otros aspectos.
En este sentido, la mayor complejidad de estos proyectos es producir un hormigón que tenga el color exacto de la infraestructura a restaurar para que no se aprecie diferencia entre las partes originales y las renovadas. Para ello, Cemex ha desarrollado Hormicroma, una línea específica de producto que permite acabados estéticos y colorimetrías adaptadas a cada caso con garantía de durabilidad.
Casos de éxito de Cemex
La compañía Cemex ha participado, a lo largo del 2021 y 2022, en varios proyectos de restauración y conservación, como por ejemplo, la rehabilitación de la Torre de Pardines en Olocau, en Valencia, la adecuación del entorno del Convento de los Capuchinos en Zaragoza o la explanada de la Catedral de Tortosa en Tarragona.
La Torre de Pardines junto a la Casa Solariega de los Condes de Olocau constituyen el conjunto monumental Casa de la Senyoria. La rehabilitación empezó con la restauración del lagar, de la almazara y la creación de una zona museística que junto a la reparación de la torre forman un proyecto de rehabilitación promovido por el Ayuntamiento de Olocau. Se trata de un proyecto que ha sido incluido en la lista de bienes patrimoniales a recuperar con cargo al 1% cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La adecuación del entorno del Convento de los Capuchinos en Zaragoza ha requerido de una actuación específica de renovación en accesos, escalones y bordillos con hormigón coloreado en tonalidad amarilla, buscando la similitud con el color del ladrillo de la construcción. Así, se ha logrado la total adaptación e integración del hormigón en el área a restaurar con la réplica de los colores originales.
Por último, otro ejemplo reciente ha sido la rehabilitación de la plaza y la escalinata central de la Catedral de Santa María de Tortosa en Tarragona, que tras años de obras vuelve a lucir el aspecto que tenía en el siglo XVII.