El Ayuntamiento de Valladolid ha presentado la última actualización del Mapa Estratégico del Ruido del Municipio Valladolid (Merva) que se realiza para dar cumplimiento a la directiva europea sobre la evaluación y gestión de ruido ambiental y la Ley 27/2003 del ruido y que alcanza la fase 4. El periodo de información y exposición pública del documento se abrió el pasado 22 de junio, durará un mes y se escucharán las aportaciones de colectivos y ciudadanos.
La normativa del Parlamento Europeo obliga a tener mapas estratégicos del ruido cada cinco años. La fase 1 fue en 2008, la siguiente en diciembre de 2013 y la última ya en octubre de 2018, que es con la que se establece la comparativa de los datos actualizados ahora.
Trascurrido el plazo de información pública se remitirá a la Junta de Castilla y León, la administración encargada de su aprobación definitiva y de su revisión al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El Ayuntamiento de Valladolid, a su vez, elaborará un Plan de Acción de esta fase del Mapa Estratégico del Ruido, para cuya redacción dispone de plazo hasta el mes de septiembre de 2024, aunque se espera que pueda estar finalizado para septiembre de este mismo año. Se trata de una herramienta para el control y la mejora de los niveles de contaminación acústica identificados.
El objetivo es disponer de una herramienta de valoración y consulta de ruido ambiental para su integración en el diseño de la ciudad y en las tomas de decisiones municipales que contribuyan a la reducción de los niveles de ruido.
Elaboración del Mapa Estratégico del Ruido
En esta fase 4 se han desarrollado una serie de trabajos que tienen por objeto actualizar, mediante procesos de medida y modelización adecuados, el Mapa Estratégico del Ruido del Municipio Valladolid de acuerdo a los procedimientos de cálculo establecidos en las normativas actuales. En cuanto a las fuentes de ruido consideradas para elaboración de este mapa, se han incluido las que mayor peso relativo tienen en el ruido total y que están indicadas en la legislación aplicable como es el tráfico rodado, la circulación de vehículos en la calle y carreteras.
Las fuentes de ruido generadas por la industria y el tráfico ferroviario son prácticamente irrelevantes frente al ruido del tráfico rodado, tal y como se había analizado ya en la fase anterior y en la actualización que ahora se realiza, se aprecia como no se han producido cambios sustanciales al respecto.
Tampoco figura el ruido por ocio nocturno, que está fuera de los mapas estratégicos del ruido al ser esta una fuente no modelizable, aunque en este sentido cabe indicar que el Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valladolid realiza desde el año 2022 mediciones acústicas con seis sonómetros colocados en puntos significativos de las zonas de ocio y el análisis y evaluación de las mismas, así como el establecimiento de medidas que hubieran de implementarse, se llevarán a cabo en el mencionado Plan de Acción contra el Ruido.
Los horarios de medición se establecen en el denominado periodo de día, de 7:00 a 19:00 horas, con un total de doce horas; el periodo tarde, desde 19:00 a 23:00 horas, con un total de cuatro horas; y el periodo noche, desde 23:00 a 7:00 horas, con un total de ocho horas.
Disminución de los índices acústicos
En la memoria descriptiva de la fase 4 del mapa, a modo de conclusión, y tras las correspondientes mediciones, se establece que respecto al ruido del tráfico rodado se aprecia, en líneas generales, una disminución acusada del mismo, así como una reducción de la población afectada de, aproximadamente, un 50% respecto a la fase anterior.
Esto se produce como resultado de la conjunción de diversos factores, como la ampliación de las zonas peatonales, el ensanchamiento de aceras, la ampliación de los carriles bici, la reducción legal de los límites de velocidad de vehículos en vías urbanas o la disminución de aforos medidos en 2021 que han bajado en torno a un 20% respecto a los medidos en 2017.
En lo que se refiere a la afección del ruido en edificios se observa también una disminución de los índices acústicos en los mismos. La ciudad, de la anterior fase a esta, ha avanzado considerablemente en la reducción de la contaminación acústica. Comparando las fases 2018 y 2022, se observa una disminución de la afectación y también de los índices acústicos en un escalón de, aproximadamente, 5 decibelios.