La XII actualización del Observatorio de la Economía Circular de la industria cementera española confirma que el sector sigue siendo uno de los principales ‘recicladores’ del país y la mejor alternativa al envío a vertedero, donde todavía terminan anualmente un 52% de los residuos municipales. En su conjunto, la industria ha recuperado casi 60 millones de toneladas de residuos desde 2004.
Este observatorio está elaborado por la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA) en colaboración con el Institut Cerdà y se encuentra disponible en castellano y en catalán.
El 52% de los residuos municipales terminan en vertederos
Solo en 2020, el sector cementero recuperó más de dos millones de toneladas de residuos, procedentes de 88 sectores de actividad. Este proceso enlaza con el plan RePowerEU, que tiene como objetivo poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles rusos y hacer frente a la crisis climática.
Por otro lado, España continúa enviando a vertedero un 52% de sus residuos municipales a pesar del valor material y energético para procesos industriales que podrían tener estos desechos, y de los avances realizados en la última década. Se trata de una cifra muy alejada del 23% en el que se sitúa la media de la Unión Europea en 2020, último año con datos recogidos para el estudio.
Los bajos costes de vertido, que en el mejor de los casos se sitúan en España en poco más de 14 euros por tonelada, frente a los más de 75 euros que se alcanzan en muchas zonas del norte de Europa, son una de las principales causas para los altos índices de vertido que se observan en el país.
En este sentido, desde el sector cementero reciben con satisfacción las modificaciones impulsadas por la nueva Ley de residuos, que permitirá la entrada en vigor, a escala nacional, de un impuesto sobre estos desechos que podrá alcanzar los 40 euros/tonelada, una cifra que esperan ejerza el efecto disuasorio necesario para mitigar esta práctica.
Casi 10 millones de toneladas de CO2 evitadas a la atmósfera
En lo que se refiere a la valorización material, la industria cementera ha reutilizado casi 49 millones de toneladas de residuos desde 2004, primer año con datos en el Observatorio. En su mayoría, las materias primas reutilizadas en el proceso de fabricación del cemento son cenizas volantes y escorias.
Por lo que respecta a la valorización energética, desde 2004 la industria cementera ha recuperado por esta vía 10,7 millones de toneladas de residuos, de las que casi un millón lo fueron en 2020, último año según los datos del Observatorio.
En el período total analizado, esta práctica evitó la emisión a la atmósfera de 9,9 millones de toneladas de CO2. Y solo en 2020, supuso un ahorro de más de un millón de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones que produciría la electricidad consumida anualmente por 112 millones de smartphones, o por los hogares de 14 ciudades del tamaño de Toledo.
En la actualidad, la tasa de sustitución en la utilización de combustibles alternativos frente a los fósiles alcanza ya un 36%, una cifra más relevante si se tiene en cuenta que al inicio del Observatorio, en 2004, solo representaban un 2,4% del total.