Arabia Saudí ha puesto en marcha The Line, una ciudad futurista lineal que tendrá 170 kilómetros de largo, 200 metros de ancho, y que estará situada a 500 metros sobre el nivel del mar. El proyecto, diseñado por Neom, promete funcionar con energía 100% renovable, libre de carreteras, automóviles y emisiones. Se planea que la ciudad termine de construirse en el año 2030.
El diseño de la ciudad se digitalizará por completo y la construcción se industrializará en gran medida mediante el avance significativo de las tecnologías de construcción y los procesos de fabricación. La ciudad eventualmente acogerá a nueve millones de residentes y se construirá en una superficie de 34 km2.
El propósito es reducir la huella de carbono, condensando todas las actividades en una gran ‘línea urbana’ y se planea que tenga impacto de solo el 2% en comparación a una ciudad convencional.
Diseño urbano sostenible
The Line pone a las personas en primer lugar, brindando una experiencia de vida urbana sin precedentes mientras preserva la naturaleza circundante. Así, redefine el concepto de desarrollo urbano y cómo deberían ser las ciudades del futuro.
El proyecto ofrece un nuevo enfoque para el diseño urbano: la idea de estratificar las funciones de la ciudad verticalmente mientras brinda a las personas la posibilidad de moverse sin problemas en tres dimensiones (arriba, abajo o transversalmente) para acceder a ellas es un concepto denominado ‘Urbanismo de Gravedad Cero’. A diferencia de los edificios altos, este concepto combina parques públicos y áreas peatonales, escuelas, hogares y lugares de trabajo, de modo que las personas puedan moverse sin esfuerzo para satisfacer todas las necesidades diarias en cinco minutos.
No se permitirán coches de combustión ni carreteras, ya que está pensada para contar con transporte público eficiente similar al Hyperloop, capaz de recorrer la ciudad en 20 minutos de extremo a extremo.
Asimismo, contará con una fachada de espejo exterior que proporcionará su carácter único y permitirá que incluso su pequeña huella se mezcle con la naturaleza ya que la metrópoli contará con jardines, bosques con múltiples niveles y hasta granjas verticales donde se cultivarán plantas que consumirán sus habitantes. Además, el agua será una parte fundamental del proyecto para regular la temperatura en medio del desierto. El interior tendrá desde un estadio hasta un puerto deportivo en el Mar Rojo, hasta un aeropuerto de conexión con el resto del país.
Por último, cabe resaltar que el proyecto será creado por un equipo de arquitectos e ingenieros de renombre mundial, dirigido por Neom, para desarrollar este concepto revolucionario para la ciudad del futuro.