De 1998 a 2021, AGC Glass Europe ha reducido su consumo de agua en un 69% en términos comparables. Este logro en sus plantas de fabricación se ha conseguido gracias a planes de acción específicos para reducir el consumo, junto con programas de localización de fugas.
El consumo total de agua dentro de la compañía AGC Glass Europe fue de unos 5,1 millones de m3 en 2021.
La cantidad de agua potable utilizada es muy limitada, limitándose al uso doméstico o a los casos en los que no se dispone de otra fuente. Por su parte, el agua utilizada para fines industriales es principalmente agua de proceso.
Más del 90% del agua se utiliza para la refrigeración y no entra en contacto con los productos. Además, los sistemas de refrigeración funcionan en circuito cerrado para minimizar el uso de agua.
Recuperación de aguas pluviales
En la planta de Seingbouse, en Francia, la compañía invirtió en un estanque de aguas pluviales de 9.000 m3 para reducir la cantidad de agua que se enviaba a la planta municipal de tratamiento de aguas residuales. Esto proporciona una fuente de agua no potable que se utiliza en el proceso de producción después de ser tratada in situ.
Más de dos tercios del consumo de agua utilizada en el proceso de producción de AGC proceden del agua de lluvia. En caso de heladas durante el invierno o cuando no hay suficiente agua de lluvia, el suministro de agua potable se utiliza como sistema de reserva.
Por otro lado, la planta de AGC en Sagunto, situada en Valencia, se enfrenta a limitaciones locales de suministro de agua. Por ello, la planta ha adaptado su instalación de ósmosis inversa, utilizada para producir agua de proceso, instalando una válvula de retorno al final de la instalación para recuperar la mitad del agua que de otro modo se desecharía. Se trata de una solución sencilla que permite ahorrar unos 10.500 m3 de agua al año y que es fácilmente replicable en otras instalaciones.
Por último, cabe resaltar que AGC Glass Europe mejora e invierte continuamente en tecnologías con mejor rendimiento medioambiental y está evaluando nuevas formas de reducir drásticamente sus emisiones de gases de efecto invernadero.