El Ayuntamiento de Sevilla ha inaugurado Cartuja Qanat, un proyecto de transformación urbana basado en tecnologías bioclimáticas innovadoras con un modelo que se enmarca en la estrategia municipal de lucha contra el cambio climático y transformación sostenible de calles y espacios públicos. Este proyecto convierte a este espacio en un laboratorio ciudadano con un modelo innovador de climatización que integra un anfiteatro, un zoco y una isla atemperada.
El proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Sevilla, Emasesa, el Parque Científico y Tecnológico Cartuja (PTC), la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Innovarcilla, y confinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la iniciativa Urban Innovative Actions (UIA), ha contado con una inversión de 5 millones de euros, de los que la UIA aporta el 80%.
Las obras se iniciaron en junio de 2021 y finalizaron a finales del pasado mes de septiembre. Con ellas, Cartuja Qanat se incorpora al tramado urbano del PCT Cartuja como un espacio innovador que incluye soluciones para la mejora bioclimática de entornos urbanos con voluntad de ser replicados en otros espacios de Sevilla y otras ciudades españolas y europeas.
De hecho, las mismas técnicas se están implantando ya en otro barrio de Sevilla, en la Macarena, dentro del proceso de peatonalización y transformación urbana de la Avenida de la Cruz Roja. El objetivo es que en los próximos años se desplieguen estas técnicas en otras intervenciones urbanas en otras zonas de la ciudad como Cerro-Amate, Bermejales o Sevilla Este.
Tecnología de bioclimatización
Cartuja Qanat queda configurado como un entorno sostenible con un microclima gracias al aprovechamiento de los recursos hídricos a través de un ‘qanat’’ (infraestructura para captación y conducción de aguas subterráneas) que contribuye al enfriamiento del entorno; un anfiteatro bioclimático, un zoco construido bajo el nivel del suelo, y zonas ajardinadas y pérgolas vegetales como espacios de sombra.
El punto de partida del proyecto desde el punto de vista de la tecnología de bioclimatización es el modelo de microclima desarrollado con éxito en la Exposición Universal de 1992, que ahora se amplía y completa con nuevas innovaciones. Así, Cartuja Qanat incorpora estrategias como control solar variable; disipación nocturna hacia el cielo; disipación hacia el terreno con regeneración evaporativa nocturna; almacenamiento térmico en ‘qanats’ o producción de electricidad solar.
Todo esto contribuirá al desarrollo de una experiencia de instalación de consumo de energía nula y de cero emisiones, planteando nuevos modelos de negocio que combinan con el conocimiento científico para el cambio, a través de la ecoinnovación y la adaptación a nuevas soluciones para la mejora microclimática.
En el proyecto Cartuja Qanat se utilizan tecnologías de enfriamiento asociadas a sumideros medioambientales más sutiles pero más replicables, como son el terreno (enfriamiento por conducción), el aire exterior durante el día (enfriamiento directo por evaporación), el aire exterior durante la noche (enfriamiento por convección/evaporación) y el cielo durante la noche (enfriamiento por radiación). La mayoría del estrés térmico en el espacio urbano durante el verano procede de la radiación solar.
Para conseguir condiciones de confort en el espacio público se aplican estrategias de control de la radiación solar mediante elementos de sombra que no se sobrecalienten; reducción de temperaturas de las superficies que rodean a los ocupantes por debajo de la temperatura corporal y reducción de la temperatura del aire (únicamente cuando las otras dos estrategias se han implementado). Junto a esto, se generan nuevas zonas verdes y elementos de sombra aprovechando entre otras cuestiones la pérgola de la Expo con especies que se adaptan a las nuevas condiciones de salobridad del agua procedente del río Guadalquivir que se usa para proporcionar los nutrientes.
Laboratorio ciudadano de innovación social
El convenio de colaboración firmado define el modelo de gestión por parte de los máximos responsables de las cuatro entidades que, en calidad de ‘socios protectores’ y por un periodo de cuatro años, se encargarán de mantener y velar por el espacio, a partir de un modelo de gobernanza y cooperación que apuesta por la innovación social y la participación.
El Ayuntamiento de Sevilla, el PCT Cartuja, la Universidad de Sevilla y Emasesa se comprometen a mantener un modelo de gestión basado en los parámetros de la gobernanza público-privada, abierta a la participación de múltiples actores.
Por otro lado, se comprometen a impulsar en el espacio iniciativas innovadoras para el crecimiento social y económico de la ciudad de Sevilla, promoviendo su utilización para actividades desarrolladas por la ciudadanía, y muy especialmente del público joven. El convenio compromete también a los socios protectores a poner en marcha un laboratorio ciudadano de innovación social.