Solo la contaminación del aire significa que casi 300.000 europeos mueren prematuramente cada año. En este contexto, la Comisión Europea ha propuesto nuevas normas sobre los contaminantes del aire, las aguas superficiales y subterráneas, y el tratamiento de las aguas residuales urbanas con la finalidad de alcanzar un medio ambiente libre de contaminación nociva para 2050. En diez años, estas normas reducirían en más de un 75% las muertes resultantes de los niveles del principal contaminante PM 2,5 por encima de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La contaminación del aire es la mayor amenaza ambiental para la salud y una de las principales causas de enfermedades crónicas, incluidos los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y la diabetes. Es inevitable para todos los europeos y afecta de manera desproporcionada a grupos sociales sensibles y vulnerables. Además, el aire contaminado también daña el medio ambiente causando acidificación, eutrofización y daños a los bosques, ecosistemas y cultivos.
La Comisión Europea propone ajustar los niveles permitidos de contaminantes y mejorar la implementación para garantizar que los objetivos de reducción de la contaminación se alcancen con mayor frecuencia en la práctica. Estas propuestas son un avance clave para la ambición de contaminación cero del Pacto Verde Europeo de tener un medio ambiente libre de contaminación nociva para 2050.
Las propuestas serán examinadas ahora por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo en el procedimiento legislativo ordinario. Una vez adoptados, entrarán en vigor progresivamente, con diferentes objetivos para 2030, 2040 y 2050.
Cero contaminación del aire para 2050
La revisión propuesta de las Directivas de calidad del aire ambiental establecerá estándares provisionales de calidad del aire de la Unión Europea para 2030, más alineados con las directrices de la Organización Mundial de la Salud, al tiempo que pondrá a la UE en una trayectoria para lograr una contaminación del aire cero a más tardar para 2050.
Con este fin, se propone una revisión periódica de los estándares de calidad del aire para reevaluarlos de acuerdo con la evidencia científica más reciente, así como con los desarrollos sociales y tecnológicos. Además, se plantea reducir a más de la mitad el valor límite anual del principal contaminante, las partículas finas (PM 2,5).
La revisión garantizará que las personas que sufran daños a la salud a causa de la contaminación del aire tengan derecho a ser indemnizadas en caso de incumplimiento de las normas de calidad del aire de la UE. También tendrán derecho a ser representados por una organización no gubernamental a través de acciones colectivas de reparación de daños.
La propuesta también traerá más claridad sobre el acceso a la justicia, sanciones efectivas y mejor información pública sobre la calidad del aire. Además, la nueva legislación apoyará a las autoridades locales mediante el fortalecimiento de las disposiciones sobre monitoreo de la calidad del aire, modelado y planes de mejora de la calidad del aire.
Mejorar la calidad del aire de Europa para 2030
Las propuestas dejarán que las autoridades nacionales y locales determinen las medidas específicas que tomarían para cumplir con los estándares. Al mismo tiempo, las políticas existentes y nuevas de la Unión Europea en materia de medio ambiente, energía, transporte, agricultura, investigación e innovación y otros campos harán una contribución significativa.
La propuesta ayudará a lograr una mejora de la calidad del aire en toda Europa para 2030, lo que generará beneficios anuales brutos estimados en 42.000 millones de euros hasta 121.000 millones de euros en 2030, por menos de 6.000 millones de euros de costes anuales.
La Directiva revisada sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas ayudará a los europeos a beneficiarse de ríos, lagos, aguas subterráneas y mares más limpios, al tiempo que hará que el tratamiento de aguas residuales sea más rentable. Para hacer el mejor uso posible de las aguas residuales como recurso, se propone apuntar a la neutralidad energética del sector para 2040 y mejorar la calidad de los lodos para permitir una mayor reutilización contribuyendo así a una economía más circular.
Por último, sobre la base de pruebas científicas actualizadas, la Comisión Europea propone actualizar las listas de contaminantes del agua que deben controlarse más estrictamente en las aguas superficiales y subterráneas.