El Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional para crear el primer estándar europeo de bonos verdes (EuGB) para luchar contra el ‘greenwashing’ (blanqueo ecológico) en estos mercados y garantizar que están alineados con la financiación del crecimiento sostenible y la transición hacia una economía climáticamente neutra y eficiente en el uso de los recursos. El acuerdo es provisional y comenzará a aplicarse 12 meses después de su entrada en vigor.
Los bonos verdes son uno de los principales instrumentos para financiar inversiones relacionadas con tecnologías verdes, eficiencia energética y eficiencia de los recursos, así como infraestructura de transporte sostenible e infraestructura de investigación.
Financiar proyectos ecológicos
El estándar europeo de bonos verdes establecerá un ‘estándar de oro’, relativo a la forma en que las empresas y autoridades públicas pueden utilizar bonos verdes para captar fondos en los mercados de capitales, a fin de financiar inversiones más ambiciosas, cumpliendo al mismo tiempo con estrictos requisitos de sostenibilidad y protegiendo a los inversores del blanqueo ecológico.
En particular, los emisores de bonos verdes dispondrán de una herramienta sólida para demostrar que están financiando proyectos ecológicos acordes con la taxonomía de la UE. Los inversores que compren los bonos podrán ver más fácilmente que sus inversiones son sostenibles, reduciendo así el riesgo de blanqueo ecológico. El nuevo estándar de bonos verdes de la UE estará abierto a cualquier emisor de esos bonos, incluidos los emisores situados fuera de la UE.
Actividades económicas alineadas con la taxonomía de la UE
Según el acuerdo provisional, todos los ingresos de EuGB deberán invertirse en actividades económicas que estén alineadas con la taxonomía de la Unión Europea, siempre que los sectores en cuestión ya estén cubiertos por ella. Para aquellos sectores que aún no están cubiertos por la taxonomía de la UE y para determinadas actividades muy específicas habrá una bolsa de flexibilidad del 15%. Esto es para garantizar la usabilidad del estándar europeo de bonos verdes desde el comienzo de su existencia.
El uso y la necesidad de esta bolsa de flexibilidad se volverán a evaluar a medida que avance la transición de Europa hacia la neutralidad climática y con el número cada vez mayor de oportunidades de inversión verdes y atractivas que se espera que estén disponibles en los próximos años.
En cuanto a la supervisión, las autoridades nacionales competentes del Estado miembro de origen designado supervisarán que los emisores cumplan con sus obligaciones en virtud de la nueva norma.