El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha publicado la Orden por la que se establecen las condiciones para una nueva emisión de bonos sostenibles de la Xunta de Galicia por importe de 500 millones de euros a un plazo de 6,5 años. Estas obligaciones, incluidas en el Marco de Financiación Sostenible de la Xunta, estarán íntegramente orientadas a las inversiones sociales y medio ambientales, a la economía verde y sostenible y vinculadas también a la Agenda 2030.
La Xunta de Galicia ha formalizado su tercera emisión de deuda sostenible con una demanda de inversores, tanto domésticos como internacionales, superior al triple de la emisión, lo que pone de manifiesto la confianza de los inversores en la economía y en las finanzas de Galicia. Todo esto a pesar del endurecimiento de las condiciones de financiación y la elevada volatilidad existente en los mercados financieros.
La emisión está prevista en el programa anual de endeudamiento de la comunidad autónoma y no supone un incremento de la cifra neta de endeudamiento, ya que coincide con la amortización de otros créditos ya existentes.
Proyectos relacionados con el uso verde de los recursos
Estas obligaciones serán empleadas en proyectos relacionados con el uso verde de los recursos como las energías renovables, la eficiencia energética, la prevención y el control de la contaminación, la conservación de la biodiversidad, el transporte limpio o la gestión sostenible del agua y de los recursos naturales.
Además, a estos recursos también se les podrá dar un uso social a través de proyectos relacionados con infraestructuras básicas y asumibles (mejora de caminos rurales o banda ancha en el medio rural), el acceso a servicios esenciales (apoyo a la educación infantil, primaria y secundaria o a la construcción de hospitales), vivienda asumible (ayudas al alquiler para grupos vulnerables), o con la generación de empleo (apoyo al empleo en las áreas rurales).
En la distribución geográfica sobresale la participación de inversores extranjeros con más del 50%, entre los que destaca Italia con un 23%, seguido de Portugal con un 9% de la emisión. Por tipo de inversor destaca la demanda inscrita por los bancos, seguidos por las gestoras de fondos, aseguradoras y fondos de pensiones.