El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), organismo de las Naciones Unidas, ha presentado el ‘Informe de síntesis AR6: cambio climático 2023‘, el capítulo final del Sexto Informe de Evaluación del IPCC. El documento destaca las pérdidas y los daños que ya se están experimentando a causa del cambio climático, afectando especialmente a las personas y ecosistemas más vulnerables. Tomar medidas urgentes podría garantizar un mundo sostenible y equitativo.
En 2018, el IPCC puso de relieve la escala sin precedentes del desafío que suponía limitar el calentamiento a 1,5 °C. Cinco años después, ese desafío se ha vuelto aún mayor debido al continuo aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El ritmo y la escala de lo que se ha hecho hasta ahora y los planes actuales son insuficientes para abordar el cambio climático.
Más de un siglo de quema de combustibles fósiles, así como de energía y uso de la tierra desiguales e insostenibles, ha llevado a un calentamiento global de 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales. Como resultado, se han producido fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos que han generado impactos cada vez más peligrosos en la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo.
Cada aumento del calentamiento da como resultado olas de calor y lluvias más intensas y otros fenómenos meteorológicos extremos que aumentan aún más los riesgos para la salud humana y los ecosistemas. Se espera que la inseguridad alimentaria y de agua provocada por el clima aumente con el aumento del calentamiento.
Reducir las emisiones de GEI a la mitad para 2030
En el informe, aprobado durante una reunión de una semana de duración celebrada en Interlaken (Suiza), se hace especial hincapié en las pérdidas y los daños que ya se han ocasionado y que continuarán en el futuro, los cuales perjudican especialmente a las personas y los ecosistemas más vulnerables. La adopción de las medidas adecuadas en la actualidad puede dar lugar a un cambio transformador esencial para lograr un mundo sostenible y equitativo.
En concreto, casi la mitad de la población mundial vive en regiones altamente vulnerables al cambio climático. En la última década, las muertes por inundaciones, sequías y tormentas fueron 15 veces más altas en regiones altamente vulnerables.
En esta década, la acción acelerada de adaptación al cambio climático es fundamental para reducir la brecha entre la adaptación existente y la que se necesita. Mientras tanto, mantener el calentamiento a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales requiere reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores. Las emisiones deberían estar disminuyendo ahora y deberán reducirse a casi la mitad para 2030, si el calentamiento se limita a 1,5 °C.
Adoptar medidas para adaptarse al cambio climático
Según el ‘Informe de síntesis AR6: cambio climático 2023’, la solución radica en el desarrollo resiliente al clima. Esto implica integrar medidas para adaptarse al cambio climático con acciones para reducir o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero de manera que brinden beneficios más amplios.
El acceso a energía y tecnologías limpias mejora la salud, especialmente para mujeres y niños; la electrificación baja en carbono, caminar, andar en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, mejoran la salud, las oportunidades de empleo y brindan equidad. Los beneficios económicos para la salud de las personas a partir de las mejoras en la calidad del aire por sí solas serían aproximadamente iguales, o posiblemente incluso mayores, que los costos de reducir o evitar las emisiones.
El desarrollo resiliente al clima se vuelve progresivamente más desafiante con cada incremento del calentamiento. Por eso, las decisiones que se tomen en los próximos años jugarán un papel fundamental a la hora de decidir el futuro de las generaciones venideras.
Aumentar la financiación de las inversiones climáticas
El documento revela que hay suficiente capital global para reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero si se reducen las barreras existentes. Aumentar la financiación de las inversiones climáticas es importante para lograr los objetivos climáticos mundiales. Los gobiernos, a través de la financiación pública y señales claras a los inversores, son clave para reducir estas barreras. Los inversores, los bancos centrales y los reguladores financieros también pueden desempeñar un papel importante.
Existen medidas de políticas probadas que pueden funcionar para lograr reducciones profundas de emisiones y resiliencia climática si se amplían y aplican más ampliamente. El compromiso político, las políticas coordinadas, la cooperación internacional, la administración de los ecosistemas y la gobernanza inclusiva son importantes para una acción climática efectiva y equitativa.
Si se comparten la tecnología, los conocimientos técnicos y las medidas políticas adecuadas, y se dispone ahora de la financiación adecuada, todas las comunidades pueden reducir o evitar el consumo intensivo de carbono. Al mismo tiempo, con una inversión significativa en adaptación, se puede evitar riesgos crecientes, especialmente para grupos y regiones vulnerables.
Por otro lado, la conservación efectiva y equitativa de aproximadamente el 30-50% de la tierra, el agua dulce y el océano de la Tierra ayudará a garantizar un planeta saludable. Las áreas urbanas ofrecen una oportunidad a escala global para una acción climática ambiciosa que contribuya al desarrollo sostenible.
Los cambios en el sector alimentario, la electricidad, el transporte, la industria, los edificios y el uso del suelo pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, pueden facilitar que las personas lleven estilos de vida bajos en carbono, lo que también mejorará la salud y el bienestar. Una mejor comprensión de las consecuencias del consumo excesivo puede ayudar a las personas a tomar decisiones más informadas, según el informe del IPCC.