El proyecto Biovalor, coordinado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), impulsará la bioeconomía a través del desarrollo de nuevas cadenas de valor en torno a una gestión forestal sostenible y al cultivo de especies aromáticas autóctonas en tierras marginales para la producción de aceites esenciales, extractos y subproductos de alto valor añadido. El proyecto está dotado con una subvención de 1.858.863 euros y se desarrollará hasta diciembre de 2025.
En la iniciativa participan la Fundación Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Asociación Forestal de Soria (Asfoso) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
Asimismo, el proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea-Next Generation EU.
Bosques más resilientes frente al cambio climático
Los socios del proyecto trabajan para desarrollar el potencial de obtención de bioproductos de elevado valor añadido, principalmente aceites esenciales y extractos, a partir de especies forestales y plantas aromáticas y medicinales cultivadas en tierras agrícolas marginales de baja productividad para cultivos tradicionales.
Algunas otras acciones del proyecto consisten en generar mayor diversidad, promoviendo el cultivo combinado de plantas aromáticas y medicinales como alternativa al monocultivo extensivo, lo que generará bosques más resilientes frente al cambio climático; transferir conocimiento para impulsar la creación y consolidación de nuevos modelos de negocio para el sector; y desarrollar herramientas tecnológicas para análisis y monitorización de cultivos.
Gestión sostenible frente a la pérdida de biodiversidad
Biovalor utilizará como área de estudio y actuación una de las zonas más despobladas de España, comprendida entre las provincias de Soria, Guadalajara, Cuenca, Teruel y Zaragoza, con un total de 59.047 km2 y con una densidad de población media situada por debajo de los 10 habitante/km2. El proyecto se llevará a cabo en más de 100 hectáreas de parcelas demostrativas ubicadas en 15 términos municipales.
La iniciativa incorporará soluciones tecnológicas, como la digitalización de cultivos y la recolección mecanizada, que permitirán la modernización del sector y una gestión sostenible frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Además, conseguirá hacer frente al abandono de tierras agrícolas así como crear y fijar población en estas regiones a través de la transformación de estos productos de alto valor obtenidos.