La Junta de Castilla y León ha realizado su primera emisión de deuda sostenible por importe de 500 millones de euros en una operación realizada al amparo del Marco Financiero Sostenible a partir de los ejes estratégicos que orientan las decisiones de la Administración autonómica. El marco comprende, entre otras, actuaciones relativas a la vivienda, la eficiencia energética, la prevención y control de la contaminación, la gestión sostenible de los recursos naturales, el transporte limpio o la gestión sostenible del agua.
El Marco Financiero Sostenible está integrado por un conjunto de proyectos elegibles agrupados en 11 categorías, asociadas tanto al uso verde como social de los recursos.
Acceso al mercado de emisiones de deuda
Esta operación supone el acceso de Castilla y León a los mercados de capitales bajo la fórmula de emisión pública, tras su último bono de 2021. Se trata de obligaciones a un plazo de 10 años, con vencimiento a 30 de abril de 2033 que devengarán un interés anual del 3,5%, sin que suponga un mayor nivel de endeudamiento.
Tras esta emisión y considerando las operaciones de financiación que se han ido concertando desde principios de año, ya se ha cubierto aproximadamente el 84% de las necesidades brutas de endeudamiento de este ejercicio presupuestadas inicialmente en 1.464,7 millones de euros, de los cuales la mayor parte se corresponde con deuda de reposición destinada a atender reembolsos de créditos concertados anteriormente.
Emisión de bonos sostenibles
El Marco Financiero Sostenible de la Junta de Castilla y León ha sido verificado y certificado por la agencia especializada ‘Moody’s Investors Service’, en consonancia con la práctica habitual del mercado y de un ejercicio de transparencia, obteniendo la calificación de ‘Excelente’, desde el punto de vista de la calidad de la sostenibilidad.
Se trata de la máxima calificación posible tras valorar que el Marco Financiero de Castilla y León evidencia una alta contribución general a la sostenibilidad y que se encuentra alineado en el uso de los recursos, en la evaluación y selección de proyectos, en la gestión de los fondos y en la generación de informes, con unas de las mejores prácticas del mercado recogidas en los principios de los bonos verdes, de los bonos sociales y las Directrices de bonos sostenibles definidos por la Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA), así como con los principios de los préstamos verdes y sociales.
Asimismo, calificar la emisión de bonos como sostenible tiene como objetivo atraer el interés de financiadores cualificados que solo invierten en esta tipología de bonos, con una demanda creciente, lo que permite, además, ampliar y diversificar la base inversora de la comunidad favoreciendo la obtención de fondos en mejores condiciones.