El Ayuntamiento de Madrid ha concluido la instalación de los jardines verticales que cubren los muros de hormigón de un tramo de la M-30. La medida conocida como Calle 30 Natura, que forma parte de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, supone una mejora para amortiguar la isla de calor, eliminar los grafitis y reducir las emisiones procedentes del tráfico rodado y la contaminación acústica. La actuación se ha desarrollado durante seis meses con un presupuesto de 3,8 millones de euros.
La obra se ha desarrollado sobre los 400 metros de muros de la M-30 que separan las glorietas de Mariano Salvador Maella y de Nueva Zelanda.
Sistema de monitorización de contaminantes atmosféricos
Esta intervención tiene, entre otros objetivos, mejorar la calidad del aire y adaptar la capital al cambio climático. Para ello, se ha actuado sobre 3.250 m2 de superficie con el fin de sustituir los muros de hormigón por especies vegetales de alta durabilidad y con capacidad de absorción de agentes contaminantes. El proyecto repercute también en el embellecimiento de la ciudad al eliminar el espacio para las pinturas vandálicas.
En los jardines verticales se han instalado sensores de contaminación Kunak Air Pro mediante paneles abatibles para conocer cuál es la captación de contaminantes de los jardines. Se trata de un sistema de monitorización de contaminantes atmosféricos y material particulado (CO, CO2, NO, NO2 y PM) para conocer el impacto de la instalación de los jardines y su evolución en el tiempo.
Los datos obtenidos serán comparados con los datos generales de contaminación disponibles de Calle 30 o de las estaciones de contaminación del Ayuntamiento de Madrid para saber cuál es la diferencia de concentración de contaminantes entre las distintas zonas.
Por otro lado, se valorará la capacidad de atracción de biodiversidad en los muros vegetados y su evolución a lo largo del año, con especial atención a los meses de mayor actividad faunística que coinciden con la primavera y el otoño. El trabajo se centrará en la localización, principalmente, de especies de aves e insectos polinizadores.
Un total de 23 especies vegetales de alta durabilidad
La alta durabilidad, con necesidad hídrica reducida y con capacidad de absorción de agentes contaminantes han sido los criterios elegidos para la elección de las 23 especies vegetales que forman Calle 30 Natura. Adicionalmente, se han realizado ensayos en laboratorio para conocer la adsorción de todas y cada una de las especies, comparando cuantitativamente la captación de diferentes agentes contaminantes en condiciones de contorno constantes de humedad, luz y temperatura para poder extraer conclusiones que sean válidas para futuros proyectos.
Los jardines verticales cuentan con un sistema centralizado y sectorizado de riego con distintos sensores para conocer las incidencias que pudieran surgir y adaptar el riego a las necesidades. Cada módulo o panel cuenta con tuberías de riego situadas horizontalmente a distinta altura, que disponen de goteros de distinto caudal dependiendo de su situación en altura para optimizar el riego necesario.
Este proyecto piloto requerirá de un tiempo para estudiar los efectos de la implantación de este tipo de jardines en una autovía urbana, pero la intención del Ayuntamiento de Madrid es poder seguir prolongando estos jardines verticales a lo largo de la M-30.