José María Gómez Rebollo, director de Envolvente de la compañía Sika

José María Gómez Rebollo

El Grupo Sika está especializado en productos químicos. En concreto, la empresa fabrica materiales empleados en sellado, pegado, impermeabilización, reparación y refuerzo y protección de estructuras. José María Gómez Rebollo, director de Envolvente de la compañía Sika, explica la importancia de elegir un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) para la rehabilitación o construcción de la fachada y cómo puede este sistema mejorar el comportamiento de la estructura.

José María Gómez Rebollo, director de Envolvente de la compañía Sika, explica que una actuación con SATE mejora la eficiencia energética del edificio.

CONSTRUIBLE: En el mercado cada vez encontramos una mayor oferta de soluciones para la mejora de la envolvente. ¿Por qué elegir un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) para la rehabilitación o construcción de la fachada?

José María Gómez Rebollo: El sistema SATE ha demostrado ser la forma más eficaz de reducir la energía malgastada por los edificios. Sin embargo, su importancia va más allá de la eficiencia energética. Estas actuaciones también tienen beneficios económicos, de salubridad y constructivos. Además, mejoran el valor de las viviendas, el confort de los usuarios y la durabilidad de los edificios.

CONSTRUIBLE: Históricamente se ha prestado poca atención a la eficiencia energética del parque edificado. ¿Esto ha provocado que la solución de partida para contar con edificios y ciudades eficientes sea más complicada?

José María Gómez Rebollo: Así es, durante los años 60 y 70, España experimentó un boom en la construcción de viviendas debido a la emigración de las zonas rurales a las ciudades. Estas nuevas construcciones se centraron principalmente en proporcionar una solución habitacional rápida, sin prestar atención a aspectos que hoy en día son fundamentales, como la eficiencia energética, la durabilidad o la sostenibilidad. Aunque estas viviendas ofrecieron ciertas comodidades a los usuarios, como baños propios y cocinas equipadas, no se tuvo en cuenta la eficiencia energética en su diseño.

No fue hasta principios de los años 80, con la publicación del CT-79, cuando se empezaron a considerar aspectos como el aislamiento en la edificación, pero los requisitos eran mínimos en comparación con los estándares actuales. Como resultado, una gran parte del parque de viviendas en España carece del aislamiento mínimo para considerarlas adecuadamente aisladas.

CONSTRUIBLE: ¿Y son los ciudadanos conscientes del comportamiento energético ineficiente de sus viviendas?

José María Gómez Rebollo: Esta situación no había sido una preocupación habitual en el colectivo de usuarios, y en algunos casos de los técnicos, al no existir concienciación por el ahorro energético y el impacto medioambiental. Ha sido el encarecimiento de los costes energéticos lo que ha llevado a que los usuarios se empiecen a preocupar por la eficiencia de su envolvente cuando su factura energética se ha disparado recientemente.

Actualmente, existe un creciente interés en mejorar la eficiencia energética de estos edificios, impulsado por las ayudas de los fondos europeos. Tanto los actores públicos como los privados están involucrados en la búsqueda de soluciones para reducir la factura energética y mejorar la envolvente de estas construcciones. De trasfondo están los condicionantes ecológicos y de sostenibilidad, pero siendo sinceros, pocos usuarios tienen en sus planteamientos diarios esta visión.

Se están llevando a cabo iniciativas para proporcionar a los propietarios herramientas y recursos que les permitan mejorar la eficiencia energética de sus viviendas. Esto incluye el fomento de la instalación de mejores sistemas de aislamiento, la renovación de ventanas y puertas, y la promoción de sistemas de climatización más eficientes.

CONSTRUIBLE: ¿Cuánto tiempo suele tardar en amortizarse una actuación en la envolvente de un edificio?

José María Gómez Rebollo: Esta es una de las preguntas a la que me enfrento a diario, sobre todo por parte de los usuarios. El periodo de amortización generalmente varía entre cuatro y diez años. Aun así, este plazo puede depender de diversos factores, por ejemplo, el tipo de edificio, la necesidad de utilizar medios auxiliares como andamios, o la implementación de sistemas o acabados especiales.

CONSTRUIBLE: ¿Qué aspectos adicionales se deben considerar al decidir realizar una actuación en la envolvente de un edificio?

José María Gómez Rebollo: Uno de ellos es la calidad de los materiales utilizados y las prestaciones del sistema de aislamiento. No todos los productos son iguales, por lo que es recomendable escuchar las recomendaciones de los técnicos, que asesorarán a los usuarios en la elección de las soluciones adecuadas.

También es importante tener en cuenta la durabilidad del sistema. Es común encontrar soluciones económicas que pueden no representar un desembolso importante para el usuario, pero a largo plazo resultar costosas debido a problemas de durabilidad o acabado. Por lo tanto, es recomendable buscar soluciones óptimas que no solo cumplan con los requisitos de aislamiento, sino que también ofrezcan garantías adicionales y cuenten con una experiencia demostrable en el mercado.

CONSTRUIBLE: ¿Ha mencionado que una actuación con SATE no solo mejora la eficiencia energética, sino que también posibilita el mantenimiento del edificio alargando su ciclo de vida? ¿Qué tipo de actuaciones de mantenimiento se posibilitan gracias al SATE?

José María Gómez Rebollo: Una actuación con SATE nos permite realizar diversas tareas de mantenimiento en la fachada. En edificios antiguos que han pasado décadas sin recibir atención, es común que existan problemas como la necesidad de reparar cantos de forjado, actuar sobre la corrosión de elementos de hormigón armado, tratar y consolidar petos en cubiertas y terrazas, así como reparar alfeizares y albardillas.

Estos pequeños trabajos de mantenimiento contribuyen a mejorar el estado general de la fachada y asegurar su durabilidad a largo plazo.

CONSTRUIBLE: También nos ha mencionado que una actuación con SATE puede revalorizar el inmueble de manera significativa. ¿Podría explicarnos cómo afecta esta intervención al valor económico de una vivienda?

José María Gómez Rebollo: En efecto, según estudios realizados por portales inmobiliarios y la Sociedad de Tasación de España, una actuación con SATE en la fachada puede aumentar el valor de un inmueble entre un 20% y un 30% en comparación con edificios similares de su entorno.

Esto se debe a que la mejora en la eficiencia energética y el aspecto renovado de la fachada son factores altamente valorados por los compradores o arrendatarios potenciales. Al considerar el periodo de amortización de la intervención, es importante tener en cuenta esta revalorización del inmueble.

CONSTRUIBLE: Pero al margen de futuras intervenciones de mantenimiento, ¿cómo puede el SATE mejorar del comportamiento y la durabilidad de la fachada y la estructura?

José María Gómez Rebollo: Al instalar un sistema de aislamiento térmico por el exterior, se protege tanto la fachada como la estructura del edificio de los cambios de temperatura diarios y de las condiciones meteorológicas adversas. Las fachadas, especialmente aquellas construidas con ladrillo caravista, están expuestas a la lluvia y las heladas, lo que puede provocar una meteorización evidente en los materiales de rejuntado y cerámica.

El SATE reduce significativamente las fluctuaciones térmicas, pasando de ciclos diarios de más de 30 grados a un solo ciclo anual con variaciones inferiores a 10 grados. Esto minimiza los movimientos de dilatación y contracción de la fachada, mejorando su comportamiento y durabilidad a largo plazo.

Además, los sistemas SATE cuentan con revestimientos hidrófobos que protegen la fachada de la lluvia y otros elementos meteorológicos, mientras permiten el paso del vapor de agua generado en el interior de las viviendas. Algunos sistemas también ofrecen acabados fotocatalíticos, que poseen propiedades autolimpiantes, manteniendo la fachada en buen estado a lo largo del tiempo.

CONSTRUIBLE: Y si hablamos de sostenibilidad, ¿cómo una actuación con SATE puede tener un impacto positivo desde el punto de vista de la sostenibilidad?

José María Gómez Rebollo: Una actuación con SATE puede contribuir a la sostenibilidad de diferentes maneras. En primer lugar, mejora la eficiencia energética del edificio, lo que implica un menor consumo de energía y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al uso de sistemas de calefacción y refrigeración.

Además, al utilizar sistemas de aislamiento térmico, se reduce la demanda de energía necesaria para mantener una temperatura confortable en el interior de las viviendas, lo que puede traducirse en un menor consumo y, por ende, un ahorro económico para los residentes. Por otro lado, es importante tener en cuenta los materiales utilizados en el SATE y su positivo impacto ambiental.

En definitiva, la sostenibilidad económica, social y medioambiental será un factor clave a tener en cuenta y con el SATE queda garantizada.

 

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