La directora general de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Nuria Matarredona, pone de manifiesto en esta entrevista las prioridades del Ministerio en lo que se refiere a la sostenibilidad en la edificación, los principales retos a abordar para la descarbonización de los edificios, y las oportunidades que representan los fondos europeos para la rehabilitación del parque edificado.
CONSTRUIBLE: Recientemente has asumido la dirección general de la Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. ¿Cuáles son los retos y objetivos que os planteáis desde Mitma a corto, medio y largo plazo? ¿Cuáles son las prioridades principales en lo que se refiere a la sostenibilidad en la edificación?
Nuria Matarredona: Cuidar de la arquitectura es cuidar de las personas. Sensibilizar sobre el potencial transformador de la disciplina, sobre su capacidad para incidir en la cotidianeidad de nuestros días y reivindicar la calidad de los espacios que habitamos para mejorar así la calidad de vida son algunos de los grandes retos del momento. La arquitectura debe disponer de un espacio privilegiado en las agendas políticas de las administraciones para poder satisfacer este planteamiento.
Afortunadamente, la Ley de Calidad de la Arquitectura nos ofrece un marco jurídico que pone en valor estos principios y favorece la defensa de la sostenibilidad en sus tres dimensiones, social, económica y medioambiental, en sintonía con las iniciativas europeas.
Hace escasos días se clausuraba el congreso de la Unión Internacional de Arquitectos en el que recibíamos el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Mitma el paso de bandera desde Copenhague para celebrar el próximo congreso en 2026 y convertir así a Barcelona en Capital UNESCO de la Arquitectura. Entre el decálogo de conclusiones de esta cita trienal, la directora del congreso, Natalie Mossin, destacaba que “no había belleza en la exclusión”. La arquitectura de calidad no puede serlo sin ser sostenible, bella e inclusiva como reivindica la Nueva Bauhaus Europea.
Evidentemente, estos principios deben ser vertebradores para el verdadero reto del siglo XXI, la rehabilitación de las edificaciones prexistentes y la regeneración urbana, una renovación imprescindible que debe plantearse alineada con la Agenda 2030 y la Agenda Urbana, poniendo en el centro a las personas, sin dejar a nadie atrás. Debemos aspirar a contribuir a dinamizar las acciones imprescindibles para lograr ciudades más amables para la ciudadanía.
CONSTRUIBLE: Mitma ha publicado un documento con las recomendaciones de los grupos de trabajo para la implementación de la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España, ERESEE. ¿En qué consiste esta estrategia? ¿Cuáles son las medidas recomendadas para conseguir un parque inmobiliario eficiente energéticamente y descarbonizado antes de 2050?
Nuria Matarredona: El objetivo fundamental de la ERESEE o Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España es impulsar la consecución de un parque inmobiliario eficiente energéticamente y descarbonizado para el año 2050. El sector de la edificación es clave para alcanzar los objetivos climáticos comprometidos por España a nivel europeo.
Tanto la primera versión de la ERESEE en 2014 como las sucesivas revisiones que se llevaron a cabo en 2007 y en 2020, comprenden la totalidad del parque edificado, tanto residencial como no residencial y de titularidad pública y privada.
En 2022, desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se coordinó la participación de cuatro grupos de trabajo (interministerial, comunidades autónomas, entidades locales y agentes del sector) con el objetivo de seguir impulsando la rehabilitación del parque edificado y facilitar la transición hacia el futuro Plan Nacional de Rehabilitación, tal y como se recoge en la nueva Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD), actualmente en proceso de actualización.
El resultado de este trabajo colaborativo, que detalla y ordena temporalmente las actuaciones y tareas propuestas, fue publicado el pasado mes de junio. Además, es un hito cumplido dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, puesto que vela por la adecuada inversión de fondos europeos. Por supuesto, está en abierto y es consultable de manera gratuita.
CONSTRUIBLE: La nueva Ley de Calidad de la Arquitectura se centra en el impulso de las actuaciones de rehabilitación y mejora del parque edificatorio, tanto en ámbitos urbanos como rurales. ¿Qué fines persigue esta ley? ¿Qué cambios va a suponer a corto y medio plazo para el entorno edificado?
Nuria Matarredona: La ley española de la Calidad de la Arquitectura es una iniciativa legislativa pionera en el marco de la Nueva Bauhaus Europea y responde a un contexto en el que no puede obviarse el potencial transformador de la disciplina, pero tampoco el impacto que genera el sector. Es decir, es un texto sensible a los tiempos, al Pacto Verde Europeo, a la Ola de Renovación y a la Agenda 2030, a la imprescindible defensa de la sostenibilidad.
Por tanto, el espíritu de esta ley es fomentar la rehabilitación, promoviendo la eficiencia energética, el uso racional de recursos, y la lucha contra la pobreza energética, desde una mirada integral. Se trata de una ley inspiradora de grandes principios. Es decir, la ley no genera nuevas obligaciones a la ciudadanía, sino que se dirige especialmente a las Administraciones públicas, instándoles a ejercer un papel ejemplarizante.
Una de las grandes aportaciones de este marco normativo es la declaración de la arquitectura como bien de interés general, lo que implica la obligación por parte de los poderes públicos de protegerla, preservarla, promocionarla y fomentarla, cada uno de ellos en el ámbito de sus propias competencias y siempre desde el principio de calidad promulgado por esta ley. Por este motivo se convierte en un marco muy pertinente para articular de manera adecuada la inversión que llega vía fondos europeos. No puede perderse una oportunidad única como esta en arquitecturas que no sean de calidad, que no mejoren nuestra calidad de vida sin comprometer la de futuras generaciones.
Además, el texto prevé la creación de dos nuevos órganos el Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura y la Casa de la Arquitectura, con el objeto de garantizar el cumplimiento de los objetivos que persigue la ley y actualmente se está trabajando en el desarrollo de los mismos. De hecho, en estas semanas hemos estado recibiendo aportaciones de gran valor dentro del trámite de audiencia e información pública abierto, para que la futura Casa de la Arquitectura responda a las expectativas que se han generado desde la aprobación de la Ley de Calidad de la Arquitectura en junio del año pasado.
CONSTRUIBLE: A nivel europeo, se está llevando a cabo la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) que tiene como objetivo acelerar las tasas de renovación de edificios, reducir las emisiones de GEI y el consumo de energía en el sector de la construcción de la UE para 2030 y alcanzar la neutralidad climática para 2050. ¿En qué punto se encuentra España? ¿Cuáles son los principales retos a abordar para la descarbonización de los edificios? ¿Qué líneas de trabajo se van a seguir desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para cumplir estos objetivos? ¿En qué plazo veremos esto reflejado en el Código Técnico de la Edificación?
Nuria Matarredona: El texto de revisión de la Directiva de eficiencia energética de los edificios todavía no se ha cerrado, ya que se encuentra en proceso de negociación entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, en lo que se denominan trílogos. Su aprobación definitiva podría llegar durante la Presidencia Española de la Comisión Europea que se ha iniciado este mes de julio.
Uno de los principales retos que supone esta revisión de la Directiva es la inclusión del concepto de edificio de cero emisiones que, en el texto en negociación, se define como “aquel con un consumo y emisiones nulos o muy bajos y que no produce emisiones locales derivadas del uso de combustibles fósiles” y propone que la nueva edificación cumpla estos requisitos en un futuro próximo.
Por otro lado, se plantea el establecimiento de unos estándares mínimos de comportamiento energético (MEPS, Minimum Energy Performance Standards), es decir, unos hitos temporales a establecer por los estados miembro que deben cumplir los edificios en términos de certificación energética para asegurar el cumplimiento en 2050 de que el 100% de los edificios sean cero emisiones.
Merece también la pena destacar la incorporación en la Directiva de un nuevo indicador, el Global Warming Potential, que considera el carbono embebido. Esta introducción implicará, tras su necesaria trasposición, que dispondremos del primer indicador obligatorio en la reglamentación española relacionado con la huella de carbono a lo largo del ciclo de vida del edificio. En un primer momento, el carácter de este indicador será meramente declarativo, y paulatinamente se irá incorporando en las certificaciones, previsiblemente antes del 1 de enero de 2027 en edificios con superficie útil superior a 2.000 m2 y antes del 1 de enero de 2030 para los restantes.
Desde Mitma y en coordinación con Miterd estamos siguiendo de cerca la evolución de la directiva durante el proceso de negociación. Asimismo, estamos realizando los trabajos necesarios para acompañar esta transición y facilitar su cumplimiento cuando sea necesario trasponer la Directiva a nuestro ordenamiento jurídico, una vez se apruebe esta legislación europea.
CONSTRUIBLE: En Europa se plantea que todos los edificios nuevos deberán ser de cero emisiones, ¿cuáles son las innovaciones claves para hacer la construcción baja en carbono? ¿Qué estrategias pueden desarrollar las ciudades para adaptarse al cambio climático?
Nuria Matarredona: Los efectos del cambio climático son cada vez más patentes y el calentamiento global es ya una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía. A través de un adecuado diseño tanto de los edificios como de las ciudades podemos lograr entornos más resilientes, capaces de adaptarse a las situaciones que puedan derivar de estos escenarios, así como para actuar de manera preventiva, reduciendo el impacto medioambiental de nuestras acciones.
Estos días vuelve al debate el efecto isla de calor que sufren las ciudades y la necesidad de refugios climáticos compatibles con una situación de sequía. La renaturalización de las ciudades, el fomento de la biodiversidad, los drenajes sostenibles o la apuesta por las ciudades de quince minutos son tan solo algunos vectores que pueden contribuir positivamente a mitigar las elevadas temperaturas y favorecer la sensación confort.
Las soluciones constructivas innovadoras que puedan desarrollarse gracias a la generación de conocimiento y la investigación aplicada van a ser grandes aliadas en este proceso. Además, en tiempos en los que existe cada vez mayor disponibilidad de datos, es imprescindible hacer una buena gestión de los mismos para poder planificar estratégicamente.
CONSTRUIBLE: El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha otorgado recientemente 293,7 millones de euros en ayudas de los fondos europeos Next Generation EU a 187 entidades locales de toda la geografía española para rehabilitar edificios públicos. ¿Qué oportunidades representan estos fondos europeos para las entidades públicas? ¿Y para los propietarios de viviendas? ¿Cómo se puede adaptar la rehabilitación a las nuevas necesidades bioclimáticas que exigen la tecnología y la necesidad de reducir el consumo energético?
Nuria Matarredona: Estos casi 294 millones concedidos en el marco del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep) del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en 2023, junto a los más de 300 millones de euros concedidos definitivamente en 2022, suponen más de 600 millones otorgados a un total de 496 municipios, diputaciones, consells y cabildos de toda España destinados a rehabilitar 598 edificios, de usos muy diversos, entre los que destacan el uso cultural y el educativo.
Estas inversiones se han distribuido en un proceso de pública concurrencia en el que además de las cuestiones energéticas y medioambientales, base de los fondos Next Generation, han primado la calidad arquitectónica de las intervenciones, el enfoque integral y la participación.
En términos energéticos, se trata en su mayoría de rehabilitaciones que contribuyen a mejorar la respuesta bioclimática del edificio (dentro de los condicionantes que supone trabajar con una prexistencia) favoreciendo sistemas pasivos de ahorro, a la par que se acompañan de medidas activas de uso eficiente y fomento de renovables.
Estimamos que estos fondos redundan directamente a los casi 22,5 millones de personas que residen en dichas localidades y que van a poder beneficiarse de mejores instalaciones. Además, Pirep dispone de una línea autonómica dotada con 480 millones que ya transfirieron a las comunidades y ciudades autónomas de Ceuta y Melilla con el mismo objeto de renovar los edificios públicos de estas administraciones.
El balance del programa es de un total de 1.080 millones destinados a mejorar la calidad de numerosos edificios y, por tanto, de las personas a las que dan servicio. El programa ha recibido un volumen de solicitudes que han sobrepasado las expectativas y que pone de manifiesto la necesidad de intervenir sobre este tipo de edificios.
Pirep ha supuesto una gran oportunidad para que los municipios puedan acometer intervenciones con un carácter más holístico, evitando parches de urgencia, desde una visión integral.