La Unión Europea tiene que llevar a cabo una transición energética para reducir de manera efectiva sus emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad climática. Para ello, el Consejo Europeo ha adoptado la Directiva de Eficiencia Energética. Entre las medidas contempladas, los Estados miembros deberán garantizar colectivamente una reducción en el consumo de energía final de al menos un 11,7% para 2030 en comparación con el año de referencia 2020. La Directiva se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor veinte días después.
El respaldo del Consejo Europeo marca el paso final en el proceso legislativo que comenzó en julio de 2021 como parte del paquete ‘Fit for 55’. Al reformular la Directiva de Eficiencia Energética, la UE está un paso más cerca de lograr sus objetivos climáticos, asumiendo el compromiso de convertirse en climáticamente neutral para 2050.
Priorizar las mejoras de eficiencia energética
Los países de la UE acordaron casi duplicar su obligación anual de ahorro de energía en los próximos años. De hecho, según la Directiva actualizada, los países de la UE deberán lograr una tasa de ahorro de energía anual promedio de 1,49% de 2024 a 2030, frente al requisito actual de 0,8%, impulsando el ahorro de energía en sectores críticos como los edificios, la industria y el transporte.
Con la definición de pobreza energética incluida en la legislación, los países de la UE están obligados a priorizar las mejoras de eficiencia energética para clientes vulnerables, hogares de bajos ingresos y personas en viviendas sociales, incluso dentro del alcance de la obligación de ahorro de energía.
Rehabilitación energética de edificios públicos
La Directiva actualizada refuerza aún más el papel que debe desempeñar el sector público en la mejora de las prácticas de eficiencia energética. Un avance significativo es la introducción de un objetivo de reducción del consumo energético anual del 1,9% para el conjunto del sector público. Además, la obligación de rehabilitar su parque inmobiliario (equivalente al 3% de la superficie edificada de propiedad pública al año) para mejorar su rendimiento energético se está extendiendo a todos los niveles de la administración pública.
El sector público también jugará un papel importante en el desarrollo del mercado de servicios energéticos. Los Contratos de Rendimiento Energético tendrán prioridad en la implementación de proyectos de eficiencia energética en el sector público. Además, los organismos públicos continuarán considerando los requisitos de eficiencia energética al tomar decisiones sobre la compra de productos, edificios y servicios, fomentando mejoras sistemáticas.
Las empresas que operan en la UE podrán beneficiarse de las evaluaciones de sus prácticas de uso de energía, y los sistemas de gestión de energía se convertirán en un requisito predeterminado para los grandes consumidores de energía que superen los 85 TJ de consumo de energía anual y estarán sujetos a auditorías obligatorias en caso de incumplimiento.
Las empresas con un consumo energético superior a 10 TJ deberán realizar una auditoría energética y elaborar un plan de acción para las diferentes recomendaciones. El acuerdo también introduce un esquema de informes de desempeño energético en grandes centros de datos, promoviendo la transparencia y la optimización del potencial de eficiencia energética.
Calefacción y refrigeración urbana eficiente
La Directiva introduce también la obligación de monitorear el rendimiento energético de los centros de datos. Una base de datos a nivel de la UE recopilará y publicará datos relevantes para el rendimiento energético y la huella hídrica de los centros de datos con un consumo energético significativo.
La nueva legislación también promueve planes locales de calefacción y refrigeración en municipios más grandes. Asimismo, sobre la base de la definición revisada de calefacción y refrigeración urbana eficiente incluida en la legislación, los requisitos mínimos se ajustarán gradualmente en los próximos años para lograr un suministro de calefacción y refrigeración urbana totalmente descarbonizado para 2050.
Préstamos verdes
El acuerdo respalda aún más las disposiciones de financiación de la eficiencia energética para facilitar las inversiones, incluso del sector privado, que tiene un papel clave que desempeñar dados los recursos públicos limitados disponibles para la transición a la energía limpia.
Los países de la UE tienen la tarea de promover esquemas de financiación innovadores y productos de préstamos verdes, asegurando un acceso más amplio a través de inversiones transparentes. La mejora de los informes sobre las inversiones en eficiencia energética mejorará la rendición de cuentas y la transparencia.