La red de almacenamiento de agua para riego de Balsas de Tenerife (Balten) ha elegido a la empresa RENOLIT ALKORPLAN para minimizar el impacto de las obras de reimpermeabilización de la balsa de la Montaña de Taco. La obra ha permitido asegurar el riego sin impactos negativos en el territorio ya que los residuos se reciclaron para reducir las emisiones de CO2.
La recogida eficiente del agua de lluvia representa un tema crucial en el contexto de un uso más sostenible de los recursos que se hacen cada vez más escasos y discontinuos por el cambio climático, como el agua dulce.
Recogida de agua en Tenerife
La balsa de la Montaña de Taco está construida en el cráter de un volcán y es el reservorio de agua de riego más grande de la isla. El agua se usa casi exclusivamente para regar las plantaciones de plátano, actividad clave de la zona. Ubicada entre los términos municipales de Los Silos y Buenavista del Norte, tiene una capacidad de 821.739 m3 y una columna de agua de 13,70 metros.
El fondo de la balsa se caracteriza por una capa de arcilla de baja permeabilidad. Sin embargo, la escasez de agua de lluvia en la isla hizo necesario reducir la cantidad de agua que desaparece por los taludes de la balsa. Además, la elevada exposición a la radiación solar del área requiere el uso de un material resistente a los rayos ultravioleta.
Geomembrana PVC-P flexible
Para solucionar los retos de la obra, Balten eligió a RENOLIT y a su geomembrana ALKORPLAN Hydro 00414 R SST de 1,5 mm de espesor para un total de unos 38.307 m2. Las características de la geomembrana permitieron terminar la obra en los tiempos marcados, facilitando la intervención.
Esta geomembrana está fabricada con cloruro de polivinilo flexible (PVC-P) y es una solución óptima para las rehabilitaciones ya que el PVC pude soldarse incluso después de muchos años. Flexible y resistente a la vez, esta geomembrana puede aplicarse en taludes muy estrictos y cuenta con una capa protectora contra los rayos UV. De hecho, la nueva geomembrana incorpora la tecnología Solar Shield, una laca especial que refleja los rayos solares y protege de los microorganismos. Todo ello se traduce en que la lámina no envejece tan rápido.
Balten ha confiado en RENOLIT no solo por los beneficios aportados por la geomembrana y su extenso conocimiento especializado en semejantes aplicaciones, sino también por su compromiso con el medio ambiente.
«Enviamos grandes bolsas a la obra para recoger los recortes y llevarlos a nuestra fábrica. Las reciclaremos y se convertirán en la materia prima para producir nuevas láminas. De esta forma reducimos la cantidad de CO2 emitida un 40% en comparación con el vertedero», explica Jennifer Witty Che, responsable de Sostenibilidad de RENOLIT.
El proyecto demuestra que las geomembranas RENOLIT ALKORPLAN Hydro pueden reducir el desperdicio de agua y materiales en los reservorios de agua, también en entornos complicados.