Financiado con fondos europeos, el proyecto ReCreate tiene como objetivo descubrir cómo se pueden deconstruir elementos de hormigón usados sin dañarlos para reutilizarlos en nuevos edificios. Además, esta iniciativa avanza hacia la construcción circular investigando los cambios sistémicos necesarios en todos los ecosistemas de construcción y demolición.
La producción de cemento por sí solo es responsable del 5 al 8% de las emisiones anuales de carbono a nivel mundial. Además, los residuos de construcción y demolición son la fuente más importante de residuos en la Unión Europea, sujetos a un objetivo de recuperación del 70% según la Directiva Marco de Residuos.
Las investigaciones muestran que al reutilizar componentes de hormigón, la huella de carbono y el consumo de energía de la fase del producto se pueden reducir drásticamente hasta un 98% en comparación con la producción virgen o el reciclaje de agregados.
Reutilización de componentes estructurales prefabricados
Liderado por la Universidad de Tampere, ubicada en Finlandia, la iniciativa comenzó en abril de 2021 y finalizará en 2025. En el proyecto participan 21 socios y cuenta con un presupuesto total de 14.388.898 euros, de los que 12.494.045 euros serán financiados con fondos europeos.
El principal objetivo del proyecto ReCreate es cerrar el círculo del hormigón al más alto nivel de utilización facilitando la deconstrucción y reutilización de componentes estructurales prefabricados.
Para ello, la iniciativa busca cerrar las brechas de conocimiento que impiden que el enfoque alcance la madurez como proceso sociotécnico mediante el uso de pilotos innovadores para explorar, desarrollar y demostrar diversas cadenas de valor nacionales, modelos comerciales, obstáculos legislativos, así como diversos parques de edificios con diferentes tipos de tecnologías de construcción representativas, tipos y tamaños de edificios y estructuras de propiedad.
El concepto del proyecto es trabajar con socios de la industria y propietarios de edificios en cuatro pilotos (ubicados en Alemania, Finlandia, Suecia y Países Bajos) sobre los diferentes aspectos de la deconstrucción y la reutilización a lo largo de toda la cadena de valor para demostrar la viabilidad técnica y la rentabilidad potencial de reutilización.
Por último, facilitará la generación de importantes empresas innovadoras de economía circular basadas en tecnología que se originen a partir de innovaciones radicales y mejoras incrementales, que en conjunto permitan ampliar la recuperación y el procesamiento sostenibles para su reutilización y, por lo tanto, fortalecer la competitividad de las industrias europeas de materias primas.