El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado la nueva Directiva (UE) 2023/1791 relativa a la eficiencia energética, refundida, adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo a principios de este año. La nueva directiva, que entrará en vigor en 20 días tras su publicación el 20 de septiembre, introduce una serie de medidas para ayudar a acelerar la eficiencia energética, incluida la obligación anual de renovación de edificios del 3% a todos los niveles de la administración pública.
La Directiva de Eficiencia Energética es una de las propuestas del paquete ‘Fit for 55’ presentadas por la Comisión Europea en julio de 2021 para hacer que el clima, energía, uso del suelo, transporte y políticas fiscales sean adecuadas en la Unión Europea y reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
Lograr estas reducciones de emisiones en la próxima década es crucial para que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050 y hacer realidad el Pacto Verde Europeo. Además, como parte del plan REPowerEU, la Comisión propuso en mayo de 2022 una serie de modificaciones específicas adicionales a la Directiva sobre Eficiencia Energética para reflejar los cambios recientes en el panorama energético.
Una vez que entre en vigor, los Estados miembros de la UE dispondrán de dos años para transponer la mayoría de los diferentes elementos de la Directiva al Derecho nacional.
El 3% de los edificios públicos deberán renovarse anualmente
La nueva directiva incluye cambios respecto a las directivas anteriores en 2018/2002 y 2012/27/UE. En primer lugar, extiende la obligación anual de renovación de edificios del 3% a todos los niveles de la Administración pública.
Asimismo, promoverá planes locales de calefacción y refrigeración en municipios más grandes y aumentará progresivamente el consumo eficiente de energía en suministro de calor o frío, también en calefacción urbana.
Reducir el consumo final de energía en un 11,7% para 2030
La directiva establece un objetivo jurídicamente vinculante de la Unión Europea para reducir el consumo final de energía en un 11,7% para 2030 (en relación con el escenario de referencia de 2020). Esto incluye, para cada Estado miembro, el requisito de fijar su contribución nacional indicativa sobre la base de criterios objetivos que reflejen las circunstancias nacionales. Si las contribuciones nacionales no se ajustan al objetivo de la UE, la Comisión Europea aplica un mecanismo de desfase de ambición.
Por otro lado, aumentará el ahorro anual de energía del 0,8% (actualmente) al 1,3% (2024-2025), luego al 1,5% (2026-2027) y al 1,9% a partir de 2028. Eso es un promedio de 1,49% de los nuevos ahorros anuales para el período 2024-2030. Además, obligará a los Estados miembros a dar prioridad a los clientes vulnerables y a las viviendas sociales en el ámbito de sus medidas de ahorro energético.
Asimismo, introduce un objetivo anual de reducción del consumo de energía del 1,9% para el sector público en su conjunto e introduce un enfoque diferente, basado en el consumo de energía, para que las empresas tengan un sistema de gestión energética o realicen auditorías energéticas.
Para finalizar, incluye una nueva obligación de supervisar la eficiencia energética de los centros de datos, con una base de datos a escala de la Unión Europea que recopile y publique datos.