La Comisión Europea ha publicado el Informe de Asignación e Impacto de los Bonos Verdes Next Generation EU (NGEU), el principal medio para comunicarse con los inversores y las partes interesadas sobre el uso de los ingresos y los impactos climáticos de las inversiones financiadas por los bonos verdes de NGEU. Según el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la Unión Europea se pueden reducir en 44 millones de toneladas por año (el 1,2% de las emisiones agregadas) gracias a las inversiones en bonos verdes de Next Generation EU.
Más de dos años después de la emisión inaugural de bonos verdes Next Generation EU, el programa ha aportado al mercado cerca de 50.000 millones de euros en bonos verdes de alta calificación con el potencial de convertirse en el programa de bonos verdes más grande del mundo.
Inversiones y reformas sostenibles
El informe muestra que los bonos verdes NGEU están respaldados por un conjunto significativo de proyectos e inversiones relacionadas con el clima en los Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia (PRR), desde transporte limpio hasta infraestructura y eficiencia energética, elegibles para bonos verdes. Financiación que cuenta con un volumen total de 190.000 millones de euros.
Según el instrumento NGEU, al menos el 37% del gasto en los PRR de los Estados miembros se utilizará para inversiones y reformas sostenibles en áreas como las infraestructuras verdes y las energías renovables. Los ingresos de los bonos verdes Next Generation EU se utilizarán para financiar estas inversiones.
El impacto de la implementación de todas las acciones mensurables relevantes para el clima en el marco de los PRR aumentará progresivamente hasta 2026. Las metodologías de presentación de informes de impacto presentadas en el informe formarán la base para futuros informes anuales que darán seguimiento al progreso en esa área.
Esta edición del informe se basa en el Informe de Impacto y Asignación de Bonos Verdes Next Generation EU de 2022 y permite por primera vez una cuantificación de los impactos climáticos de las inversiones financiadas por el programa de bonos verdes Next Generation EU.