El Consejo Europeo y el Parlamento han alcanzado un acuerdo político provisional sobre la propuesta de reglamento que establece un marco para fijar requisitos de diseño ecológico para productos sostenibles. El nuevo reglamento establece requisitos de sostenibilidad ambiental para casi todo tipo de bienes en el mercado de la Unión Europea, instaura un pasaporte digital y prohíbe la destrucción de ciertos bienes de consumo no vendidos.
El 30 de marzo de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta de reglamento para establecer un marco general que fijara requisitos de diseño ecológico para productos sostenibles y derogar las normas actuales que se centran únicamente en productos relacionados con la energía.
El nuevo reglamento reemplaza la Directiva de Ecodiseño 2009/125/CE y amplía el alcance de la legislación actual (hasta ahora limitada a productos relacionados con la energía) para establecer los requisitos de rendimiento e información para casi todos los productos del mercado interior (excepto alimentos, piensos, medicamentos y organismos vivos).
La propuesta se basa en la Directiva de Ecodiseño existente, pero propone nuevos requisitos como durabilidad, reutilización, actualización y reparabilidad del producto, presencia de sustancias que inhiben la circularidad; eficiencia energética y de recursos; contenido reciclado, remanufactura y reciclaje; huellas de carbono y ambientales y requisitos de información, incluido un ‘Pasaporte Digital de Producto’.
Pasaporte digital con información medioambiental del producto
El Reglamento sobre diseño ecológico sería aplicable a casi todas las categorías de productos (lavavajillas, televisores, ventanas, cargadores de coche, etc.) y establece un marco armonizado para el establecimiento de requisitos para grupos de productos específicos con el fin de hacerlos no solo eficientes, sino también más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, reciclables y más fácil de mantener. La Comisión Europea podrá proponer nuevos requisitos mediante actos delegados cuando los nuevos tipos de productos o tecnologías lo requieran.
La normativa también pretende facilitar la circulación de dichos productos en el mercado único. Un nuevo ‘Pasaporte Digital de Producto’ proporcionará información sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos. Facilitará a los consumidores y a las empresas tomar decisiones informadas a la hora de comprar productos y ayudará a las autoridades públicas a realizar mejores controles y comprobaciones.
El acuerdo provisional excluye de los grupos de productos regulados por este reglamento a los vehículos de motor cuando ya están regulados en otras normas. Además, los productos que tengan un impacto en la defensa o la seguridad nacional también quedarán fuera del alcance de acuerdo con los tratados.
Informes y prohibiciones de destrucción de productos no vendidos
Los operadores económicos que destruyan bienes no vendidos deberán informar anualmente del porcentaje de productos que descartaron, así como las razones por las que se hizo. El enfoque general introduce una prohibición directa de la destrucción de textiles y calzado. Las pequeñas y microempresas quedarán exentas de esta prohibición, mientras que las medianas empresas se beneficiarán de una exención de 6 años.
Esta prohibición será aplicable dos años después de la entrada en vigor del reglamento. La Comisión Europea estará facultada para introducir nuevas prohibiciones de destrucción de otros productos no vendidos mediante actos delegados.
La Comisión Europea deberá priorizar una serie de grupos de productos en su primer plan de trabajo que se adoptará dentro de los nueve meses posteriores a la entrada en vigor de las nuevas reglas. Estos productos prioritarios incluyen hierro, acero, aluminio, textiles (principalmente prendas de vestir y calzado), muebles, neumáticos, detergentes, pinturas, lubricantes y productos químicos.
Por último, el acuerdo faculta a la Comisión Europea a adoptar requisitos de diseño ecológico para productos con el fin de mejorar su sostenibilidad medioambiental, mediante actos delegados. La industria, así como las administraciones nacionales, tendrán 18 meses, tras la adopción del acto delegado, para adaptarse a los nuevos requisitos de diseño ecológico. Sin embargo, en algunos casos debidamente justificados, la Comisión Europea puede fijar una fecha de aplicación anterior.