A propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), el Consejo de Ministros ha aprobado la actualización del Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica 2023-2027 (PNCCA-2023). El plan contempla 61 medidas para aplicar en diferentes sectores con el fin de reducir los niveles de contaminación de compuestos y sustancias nocivas para la salud y cumplir con los compromisos establecidos para España en la Directiva de Techos Nacionales de Emisión para 2030.
La Directiva de Techos Nacionales de Emisión para 2030 estableció la obligación de los Estados miembros de aprobar un Programa Nacional de Control de la Contaminación, y su actualización cada cuatro años, así como un objetivo final de resultado en el año 2030 y un objetivo intermedio para el año 2025.
Durante la elaboración del programa se ha contado con la participación de otros departamentos ministeriales implicados en la ejecución de las medidas del mismo. También se han tenido en cuenta las aportaciones de las comunidades autónomas, de los interesados y del público, a través de un proceso de participación pública que tuvo lugar entre el 24 de julio y el 18 de septiembre de 2023.
Medidas para reducir todos los contaminantes
El PNCCA establece una serie de medidas sectoriales y transversales, en consonancia no solo con las políticas nacionales de calidad del aire, sino también con las políticas energéticas y climáticas definidas en el borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 (PNIEC) remitido a la Comisión Europea el pasado mes de junio.
En total, 57 medidas que están agrupadas por sectores de actividad en ocho paquetes sectoriales (mix energético, transporte, industria, eficiencia energética en industria manufacturera y en el sector residencial y comercial, generación y gestión de residuos, agricultura y ganadería) y cuatro medidas destinadas a mejorar la situación a futuro de los compuestos orgánicos volátiles (son de especial relevancia los trabajos iniciados para la elaboración de un futuro Plan Nacional de Ozono).
Sumadas a las medidas ya incorporadas, se cumplirían los compromisos de reducción de todos los contaminantes para el año 2025 (año de referencia según trayectoria lineal entre 2020 y 2030). En relación con los compromisos a cumplir a partir del año 2030, se cumplirían para cuatro de los cinco contaminantes, no haciéndolo para los compuestos orgánicos volátiles distintos del metano.
Compromisos nacionales de reducción de emisiones
La Directiva de Techos Nacionales de Emisión para 2030 instauró unos compromisos nacionales de reducción de emisiones para el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx), los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), el amoníaco (NH3) y las partículas finas (PM2,5) para 2020 y 2030, que España incorporó a su ordenamiento jurídico mediante el Real Decreto 818/2018.
Así, los porcentajes de reducción para España en 2030 (con respecto al año 2005) son de un 88% para el dióxido de azufre, un 62% para el óxido de nitrógeno, un 39% para compuestos orgánicos volátiles no metánicos, un 16% para el amoníaco y un 50% para partículas finas.
Las medidas propuestas en el PNCCA permiten alcanzar en 2021 y 2025 los objetivos de reducción de todos los contaminantes y, para el año 2030, permitirán cumplir los objetivos de cuatro de los contaminantes (SO2, NOx, NH3 y PM2,5), con reducciones del 95% para el dióxido de azufre, 82% para los óxidos de nitrógeno, 18% para el amoníaco y 58% para las partículas finas.
En cuanto a los compuestos orgánicos volátiles no metánicos, no se alcanzaría el objetivo (la reducción se quedaría en el 38%, tan solo a un 1% de cumplir con el objetivo).
Por último, el cumplimiento de la Directiva de Techos Nacionales de Emisión ayudará a cumplir también los valores límite y objetivo de calidad del aire establecidos en la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. El PNCCA debe remitirse ahora a la Comisión Europea y a la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).