El proyecto Stretch crea textiles inteligentes para la rehabilitación de edificios de patrimonio cultural

Proyecto Stretch

La iniciativa Stretch, financiada con fondos europeos, ha desarrollado técnicas innovadoras basadas en materiales multifuncionales inteligentes para aumentar la resiliencia de los edificios de patrimonio cultural y reducir su consumo energético. La iniciativa examina un nuevo método que integra refuerzo textil técnico con aislamiento térmico y sensores de temperatura, proporcionando tanto modernización estructural como la adopción de técnicas innovadoras de resiliencia sísmica, rehabilitación energética y control de la salud estructural (SHM).

El proyecto Stretch ha desarrollado técnicas innovadoras basadas en materiales multifuncionales inteligentes para reducir el consumo energético y aumentar la resiliencia de los edificios de patrimonio cultural.

Los terremotos y las catástrofes naturales recientes han deteriorado el rendimiento estructural de los edificios antiguos y del patrimonio cultural de la Unión Europea. Al mismo tiempo, estos edificios presentan un elevado consumo energético. Por consiguiente, la necesidad de mejorar los edificios pertenecientes al patrimonio cultural y la adopción de técnicas innovadoras de resiliencia sísmica, rehabilitación energética y control de la salud estructural adquieren cada vez mayor importancia.

Refuerzo textil ligero para la rehabilitación de edificios

El Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo de la Unión Europea (Cordis) ha publicado los principales resultados de este proyecto que está coordinado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. La iniciativa, que comenzó en marzo de 2021 y finalizó en julio de 2023, cuenta con un presupuesto total de 183.473 euros, financiados íntegramente con fondos europeos.

La solución híbrida de renovación propuesta combina refuerzos textiles ligeros de alta resistencia, hechos de carbono, vidrio, basalto o fibras naturales, como el lino. Además, se puede combinar material aislante adicional o un sistema de calefacción con el refuerzo para favorecer la eficiencia energética. Este refuerzo se adhiere al revestimiento del edificio mediante cementos a base de cal, geopolímeros u otros aglutinantes inorgánicos.

Los sensores de fibra óptica se cosen al tejido con una resina epoxi para analizar la tensión y pueden detectar no solo la deformación, sino también la temperatura, la presión y otros parámetros físicos. Los datos y la información que proporcionan los sensores de fibra óptica distribuidos pueden transformar la forma en que se gestionan las infraestructuras. Su alta sensibilidad los hace óptimos para su integración en sistemas complejos con el fin de detectar señales de alerta rápida de deterioro estructural.

Los textiles rellenos de sensores se aplican a los exteriores de los edificios en combinación con matrices inorgánicas, como el revestimiento de mortero, que se adhieren al sustrato de mampostería y protegen el textil y los sensores. El aspecto final del sistema se asemeja al enlucido tradicional, por lo que se preserva el carácter del edificio, lo cual es crucial para los edificios históricos.

 
 
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