El arquitecto gallego Rodrigo Currás Torres ha construido una vivienda unifamiliar en la pequeña aldea de Guisande, situada en la Costa de la Muerte (La Coruña), con la singularidad de que su cubierta curva está revestida por un gres extrudido de Gres Aragón.
La vivienda se organiza en varios volúmenes que se superponen. La yuxtaposición de estos espacios conforma un conjunto que es cohesionado por un forro cerámico.
Gres extruido centenario y atemporal
El gres extrudido de Gres Aragón tradicional dibuja ondulaciones en la cubierta. El tejado cerámico dibuja diferentes curvas manifestando exteriormente lo que ocurre en el interior de los volúmenes. De forma fragmentada, la casa presenta un volumen matriz prismático con una planta baja rectangular perforada y flanqueada por patios, que permite la entrada de la luz natural.
La cubierta, a un agua, pretende recordar a los tejados de una pequeña aldea de edificaciones tradicionales. Para conseguirlo, utiliza un material de la tierra y natural, cuya tonalidad y organización recuerda a ese conjunto de antiguas construcciones.
El gres escogido, en formato 20 x 20 cm, se denomina ‘Colección Natural’, un extrudido casi centenario, sencillo y atemporal. Se trata de piezas de alta resistencia y de gran belleza contemporánea por las que el tiempo no pasa. Como su nombre indica, su aspecto se debe al color de las arcillas que lo componen.
La vivienda también se caracteriza por el uso de celosías cerámicas que permiten la realización de transiciones entre el interior y el exterior, acotando el espacio privado y realizando una ligera permeabilidad entre ambientes. Las celosías proyectadas contribuyen, junto con patios y vistas sesgadas, a dar privacidad y a matizar la luz y los usos.