Mejorar la eficiencia energética de los edificios es vital para alcanzar la neutralidad climática en la Unión Europea. En este contexto, el Consejo Europeo ha adoptado formalmente la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios que establece el marco para que los Estados miembros reduzcan las emisiones y el uso de la energía en los edificios. Según la normativa, todos los edificios nuevos deberán ser edificios de cero emisiones de aquí a 2030 y el parque edificado de la UE deberá ser cero emisiones de aquí a 2050. La Directiva se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor en las próximas semanas.
En diciembre de 2021, la Comisión Europea presentó una propuesta de revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios con el Pacto Verde Europeo, con el objetivo de descarbonizar el parque de edificios de la Unión Europea para 2050. Los colegisladores alcanzaron un acuerdo político en diciembre de 2023.
Se trata de un elemento clave en los esfuerzos de la UE para abandonar los combustibles fósiles, duplicar la tasa de mejoras de la eficiencia energética y triplicar la capacidad de energía renovable para 2030, como se acordó con los socios globales en la COP28. La adopción se basa en la finalización y entrada en vigor de la legislación Fit for 55 y contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030.
Los edificios nuevos serán cero emisiones en 2030
El sector de la construcción es crucial para alcanzar los objetivos de la Unión Europea en materia de energía y clima. La mejora de los edificios y el aumento de su eficiencia energética mejorará la calidad de vida de los ciudadanos a la vez que disminuirá sus facturas de energía y aliviará la pobreza energética.
Con esta premisa, a partir de 2028, los edificios nuevos propiedad de organismos públicos serán edificios de cero emisiones. Además, a partir de 2030, todos los edificios nuevos serán cero emisiones, con posibilidad de excepciones específicas. Según las nuevas normas, el parque de edificios de la UE deberá transformarse en edificios de cero emisiones de aquí a 2050.
Estándares mínimos de rendimiento energético
Para los edificios no residenciales, la Directiva revisada introduce normas mínimas de eficiencia energética que garantizan que dichos edificios no excedan la cantidad máxima especificada de energía primaria o final que pueden utilizar por m2 anualmente.
Según la normativa, en 2030 todos los edificios no residenciales estarán por encima del 16% de los edificios con peor rendimiento, y en 2033 por encima del 26% de los edificios con peor rendimiento en términos de rendimiento energético. Esto conducirá a una eliminación gradual de los edificios no residenciales con peores resultados. Los Estados miembros pueden optar por eximir de las normas a edificios específicos, como edificios históricos, lugares de culto o edificios propiedad de las fuerzas armadas.
La Directiva exige el establecimiento de ventanillas únicas de asesoramiento sobre la rehabilitación de edificios y las disposiciones sobre financiación pública y privada harán que la rehabilitación sea más asequible y viable.
Los Estados miembros también se asegurarán de que el uso medio de energía primaria de los edificios residenciales se reduzca un 16% en 2030 y entre un 20% y un 22% en 2035. Al menos el 55% de la reducción energética se logrará mediante la rehabilitación del 43% de las peores zonas. Además, en sus esfuerzos de rehabilitación, los Estados miembros implementarán medidas de asistencia técnica y apoyo financiero, centrándose en los hogares vulnerables.
Eliminar el uso de combustibles fósiles en los edificios
Para descarbonizar el sector de la construcción, los planes nacionales de rehabilitación de edificios incluirán una hoja de ruta con vistas a eliminar progresivamente las calderas de combustibles fósiles de aquí a 2040.
Asimismo, las nuevas normas garantizarán el despliegue de instalaciones adecuadas de energía solar en edificios nuevos, edificios públicos y edificios no residenciales existentes en proceso de rehabilitación que requieran un permiso.
También proporcionarán infraestructuras de movilidad sostenible, incluidos puntos de recarga para coches eléctricos en los edificios o junto a ellos, precableado o conductos para dar cabida a futuras infraestructuras y plazas de aparcamiento para bicicletas.
Por último, cabe resaltar que los Estados miembros tendrán dos años para incorporar las disposiciones de la Directiva a su legislación nacional. La Comisión Europea revisará la Directiva de aquí a 2028, a la luz de la experiencia adquirida y de los avances realizados durante su aplicación.