El Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) ha anunciado la definición nacional de edificio cero emisiones para avanzar en los esfuerzos de los sectores público y privado para descarbonizar el sector de la construcción. La definición busca proporcionar orientación a la industria para apoyar a los edificios comerciales y residenciales nuevos y existentes a avanzar hacia cero emisiones en todo el sector y ayudar a la nación a lograr los objetivos climáticos, al tiempo que reduce los costes de energía para hogares y empresas.
A principios de este año, el DOE presentó un plan para reducir las emisiones de los edificios de EE.UU. en un 65% para 2035 y un 90% para 2050. Los importantes avances técnicos en eficiencia energética, bombas de calor y energía limpia significan que los edificios nuevos y existentes pueden ayudar a la nación a lograr cero emisiones, al tiempo que se garantiza la fabricación de tecnologías y materiales con bajas emisiones de carbono necesarios para estos edificios de próxima generación.
Definición nacional de edificio con cero emisiones
Establecer una definición coherente de edificio con cero emisiones acelerará el progreso climático y, al mismo tiempo, reducirá las facturas de energía de hogares y empresas. Además, la definición de cero emisiones proporciona certeza y claridad al mercado para ampliar las nuevas construcciones y modernizaciones con cero emisiones.
La definición nacional de edificio con cero emisiones, Parte 1: emisiones operativas derivadas del uso de energía (versión 1) establece criterios para un edificio con cero emisiones provenientes de la energía utilizada para sus operaciones. Se aplica a edificios existentes y construcciones nuevas y cubre edificios comerciales y residenciales que no son propiedad del gobierno federal de EE.UU.
Según la definición, como mínimo, un edificio con cero emisiones debe ser energéticamente eficiente, estar libre de emisiones in situ derivadas del uso de energía y funcionar únicamente con energía limpia. La definición no es una norma regulatoria. Se trata de una guía que las entidades públicas y privadas pueden adoptar para determinar si un edificio tiene cero emisiones derivadas del uso operativo de energía, incluidas las emisiones de los inquilinos.
Las partes futuras de esta definición pueden abordar las emisiones de carbono incorporado (producción, transporte, instalación y eliminación de materiales de construcción) y consideraciones adicionales.