El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 ha marcado como objetivo reducir a la mitad la huella de carbono de este evento en comparación con la media de Londres 2012 y Río 2016. Además de reducir su impacto sobre el clima, París 2024 quiere contribuir a la lucha contra el cambio climático a través del apoyo a proyectos que aporten beneficios medioambientales. En este contexto, ha publicado un informe con los principales logros y avances alcanzados hasta la fecha en materia de sostenibilidad.
El informe previo a los Juegos Olímpicos de París 2024, que se celebran del 26 de julio al 11 de agosto, recoge las últimas novedades en materia de compromisos climáticos en dos ámbitos clave: la reducción de las emisiones asociadas a los Juegos Olímpicos y el apoyo a proyectos de evitación y captura de carbono.
Reducir a la mitad la huella de carbono de los Juegos Olímpicos
Para controlar su impacto sobre el clima, París 2024 aplica el ya conocido enfoque ARO (evitar, reducir y luego compensar) y ha introducido dos etapas adicionales: prever las emisiones y movilizar la acción aprovechando el atractivo de los Juegos.
En concreto, París 2024 ha adoptado un enfoque que supone un cambio radical respecto de los grandes eventos deportivos anteriores, pasando de una evaluación posterior de su huella de carbono con actividades de compensación a la definición previa de un objetivo y una estrategia de reducción del impacto de carbono.
Para medir su objetivo de reducir a la mitad la huella de carbono de los Juegos, París 2024 ha optado por tener en cuenta todas las emisiones de carbono del evento (alcances 1, 2 y 3), tanto directas como indirectas, incluidos los desplazamientos de los espectadores. Excluyendo Tokio 2020, que se celebró sin espectadores, la huella de carbono media de las ediciones más recientes de los Juegos es de 3,5 millones de toneladas de CO2 equivalente ( teqCO2 ).
Con el apoyo de empresas externas especializadas capacitadas en el método Bilan Carbon, París 2024 ha desarrollado un método y una herramienta que ahora incluye cerca de 10.000 datos. Antes de los Juegos, la herramienta estimó la huella de carbono de los Juegos de París 2024 en 1,58 millones de teqCO2, incluso por debajo del objetivo de 1,75 millones de teqCO2.
Evaluación inicial del carbono para el período 2018-2023
Aunque todos los resultados detallados, incluidos los datos reales del evento, se publicarán en otoño de 2024, se ha realizado una evaluación inicial del carbono para el período 2018-2023 con el apoyo de una empresa especializada de acuerdo con el estándar internacional de presentación de informes (el Protocolo GHG) y la metodología de huella de carbono del Comité Olímpico Internacional.
Durante este período de cinco años, los preparativos de los Juegos generaron 476.000 teqCO2, tres cuartas partes de las cuales resultaron de la construcción y rehabilitación de infraestructura permanente realizada bajo la supervisión de Solideo, que quedará como legado después de los Juegos. La otra cuarta parte fue generada por las operaciones de París 2024.
Teniendo en cuenta estas emisiones reales (476.000 teqCO2 entre 2018 y 2023), se ha actualizado la estimación de la huella de carbono de los Juegos, al tiempo que se han reestimado las emisiones actuales y futuras en función de la información más reciente. Estos cálculos confirman que el ambicioso objetivo fijado en 2019 para reducir la huella de carbono de los Juegos está en vías de cumplirse en relación con las emisiones derivadas de la construcción y las operaciones, que representan dos tercios de las emisiones totales estimadas inicialmente.
Infraestructuras temporales y construcciones bajas en carbono
París 2024 está en camino de cumplir este objetivo gracias a las medidas para evitar, reducir y controlar las emisiones de carbono que se definieron inicialmente y que se han implementado en todos los ámbitos de la organización de los Juegos. Así, para limitar las emisiones de carbono vinculadas a las nuevas obras, el 95% de las infraestructuras que se están utilizando en los Juegos de París 2024 son temporales o ya existentes.
Solideo también ha utilizado técnicas de construcción bajas en carbono (estructuras de madera, hormigón bajo en carbono y materiales reciclados) que reducen las emisiones por m2 en la Villa Olímpica, por ejemplo, en un 30%. A lo largo de todo el ciclo de vida de los edificios, los resultados de Solideo muestran una reducción del 47% del impacto de carbono en comparación con los proyectos de construcción convencionales.
En materia de energía, todas las sedes de los Juegos están conectadas a la red eléctrica con el fin de limitar el uso de los generadores diésel que se utilizan habitualmente en este tipo de eventos. Estas instalaciones permanentes beneficiarán a los eventos posteriores a los Juegos reduciendo su huella de carbono.
EDF suministrará a la red eléctrica electricidad procedente de fuentes renovables (solar y eólica). Este modelo reducirá las emisiones de carbono relacionadas con la energía de París 2024 en un 80% en comparación con el modelo de evento deportivo tradicional.
Entre las medidas clave para reducir a la mitad el impacto de carbono de los 13 millones de comidas y refrigerios que se servirán durante los Juegos se incluye duplicar el uso de alimentos de origen vegetal y reducir a la mitad la cantidad de plástico de un solo uso en comparación con los Juegos de Londres 2012, aumentar el abastecimiento local y de temporada y combatir el desperdicio de alimentos.
Vehículos eléctricos ligeros y 415 km de carriles bici
Con respecto al transporte en Francia, se podrá acceder a todos los lugares de competición en transporte público y a los de la región de Ile-de-France en bicicleta gracias a los 415 km de carriles bici y a los aparcamientos seguros para bicicletas. Para responder a las necesidades de los deportistas, París 2024 ha puesto a su disposición una flota de vehículos eléctricos ligeros, de hidrógeno renovable e híbridos. París 2024 también ha optado por reducir el número de vehículos en un tercio en comparación con la media de los Juegos anteriores, optimizando y poniendo en común el uso de los vehículos.
En materia de equipamiento, el 90% de los 6 millones de equipos utilizados recibirán una segunda vida gracias a los proveedores de servicios y socios de los Juegos. Además, el 70% del equipamiento informático utilizado durante los Juegos será alquilado y se utilizará en su totalidad después de los Juegos. Las aplicaciones de consumo más populares también han sido ecodiseñadas.
Proyectos para la captura de carbono
París 2024 ha optado por financiar proyectos en Francia a través del Label bas-carbone (etiqueta de bajo carbono), donde este tipo de proyectos aún son escasos. Este programa, que aporta una financiación de casi 600.000 euros, financiará la captura de 14.500 teqCO2 en Francia, el equivalente a las emisiones directas (alcances 1 y 2) así como las relacionadas con las actividades de la sede de Paris 2024 desde 2018.
Al final de este proceso se seleccionaron cuatro proyectos forestales: un proyecto de plantación de un nuevo bosque (1.340 ha en total) en la llanura de Pierrelaye-Bessancourt, en la Isla de Francia, y tres proyectos de repoblación de bosques degradados en Montmorency (a 15 km del Stade de France), en los Vosgos y en el Aisne. París 2024 ha garantizado que estos proyectos tengan resultados globales claramente positivos, en particular gracias a una importante diversificación de las especies arbóreas.
A nivel internacional, París 2024 ha seleccionado cuidadosamente una serie de proyectos que cumplen con las reglas y criterios de la Agencia de Transición Ecológica ADEME sobre compensación voluntaria de carbono y que tienen impactos positivos que resuenan con los valores de París 2024 y el deporte, como la salud, la igualdad de género, la educación y la protección de la biodiversidad.
El programa internacional París 2024 financia la implementación de nueve proyectos, todos ellos cerca del ecuador, que es una de las zonas más afectadas por el cambio climático. Estos proyectos cumplen con los mejores estándares de certificación internacionales (Goldstandard y VCS) y ofrecen una transformación a gran escala: instalación de decenas de miles de sistemas de cocción y facilitación del acceso al agua en Nigeria, la República Democrática del Congo, Kenia y Ruanda; apertura de parques solares en Senegal (20 MW) y Vietnam (50 MW); protección de miles de hectáreas de bosque frente a la deforestación en Guatemala y Kenia, y restauración de un manglar en Senegal.
Todos los proyectos están sujetos a un seguimiento muy estricto para garantizar que se alcancen los resultados esperados en términos de reducción y almacenamiento de emisiones y de cobeneficios para las comunidades locales y la biodiversidad.