Crear un elemento innovador modular, temporal y sostenible que permita generar zonas de sombras en el espacio público, donde no sea posible plantar árboles. Este fue el reto que el Ayuntamiento de Barcelona lanzó el año pasado, y que hoy ya empieza a ser una realidad. Los tres proyectos ganadores del reto se han materializado en tres grandes prototipos que ya empiezan a hacer sombra en la calle.
Los tres prototipos del reto promovido por la Fundación BIT Habitat y la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, se probarán en entornos reales de la ciudad durante cuatro meses. Así se podrá comprobar el funcionamiento, la resistencia y durabilidad, así como el uso que hace la ciudadanía.
Prototipos para generar sombra
El Consistorio ha presentado el primero de los tres prototipos del reto de generación de sombra efímera que se instala en el espacio público ‘A la sombra del ‘trencadís’, creado por Arquitectura de Contacte con un acuerdo de colaboración con Tall Fusta. Desde hace unos días, esta gran estructura de madera que genera espacios de sombra y zonas de estancia para el vecindario, donde puede sentarse, ya se está probando en la rambla de Badal 113, cerca de la escuela Cavall Bernat, en Sants-Montjuïc.
También se ha instalado, junto al Museo Blau, en el Fòrum, el prototipo ‘Mar de sombras’, creado por Batec, un polo cooperativo integrado por Lacol, Aiguasol, Sociedad Orgánica y Seba. El sistema usa un módulo básico estructural estandarizado que se utiliza a menudo como invernadero en el mundo agrícola. Cada una de estas estructuras tiene unas dimensiones de 3 x 6,4 x 3,5 a 6 metros, y se pueden poner tantas como sean necesarias, adaptándose al espacio público.
La plaza Comercial, delante de El Born Centro de Cultura y Memoria, es el espacio donde se colocará esta semana el último prototipo, ‘Oasis. Sombra para todos’, presentado por el equipo formado por Denvelops y Eurecat. ‘Oasis’ es un sistema industrializado de revestimientos calados, basado en piezas de pequeño formato que se mueven con el viento y que se pueden combinar en diferentes densidades y patrones según las necesidades de cada espacio.
Cuando hayan pasado los meses de prueba y las estructuras se hayan probado, los resultados servirán para avanzar en la adaptación y resiliencia urbana, para mejorar el confort térmico del espacio urbano y mejorar la salud de la ciudadanía. El objetivo es que el Ayuntamiento de Barcelona los pueda utilizar como elementos para generar sombra durante los meses de más calor en calles y plazas donde no se pueden plantar árboles.