El pasado mes de julio, el Ayuntamiento de Alicante lanzó una consulta pública para recabar la opinión de los ciudadanos sobre cómo debería ser el futuro Parque Central. En cuanto a los resultados de la encuesta, en la que han participado más de 3.200 personas, la mayoría de los participantes prefieren un Parque Central con edificaciones en altura, que ocupen menos espacio y permitan destinarlo a otros usos, con prioridad para las zonas verdes y las dotaciones públicas.
El proyecto está concebido para generar un gran espacio verde y dotacional desde la avenida de Salamanca hasta la Gran Vía y para resolver la conexión entre los barrios de San Blas y Juan Pablo II con los de Alipark, Princesa Mercedes, La Florida y Ciudad de Asís.
Edificios más altos y zonas verdes
Uno de los condicionantes aprobados en el plan estructural del Parque Central, pactado por todas las administraciones implicadas (Gobierno central, Generalitat Valenciana y Ayuntamiento de Alicante), es la construcción de 1.433 viviendas. Sin embargo, la tipología, características y ubicación de estas viviendas tendrá que definirse en el plan de ordenación pormenorizada del sector.
Por este motivo, este asunto protagonizaba uno de los bloques de preguntas de la encuesta dirigida a la ciudadanía, con seis cuestiones sobre la importancia que otorga a la implantación de viviendas de protección y dotacionales, la diversidad de tipos de vivienda, la perspectiva de género en el diseño de los edificios y su preferencia acerca de edificios altos o bajos.
En este sentido, la mayoría de los alicantinos que han participado en el sondeo otorgan la máxima puntuación, un cuatro, a la propuesta que plantea edificios más altos, que ocupen menos superficie y permitan más espacio libre. Como se refleja en otras cuestiones de la encuesta, los alicantinos priman que este espacio libre se destine a zonas verdes y dotaciones deportivas y de ocio.
Viviendas de protección e inclusión de viviendas dotacionales
Respecto a la importancia que otorgan a que al menos el 30% de las viviendas sean protegidas, una amplia mayoría le otorga la máxima puntuación, el cuatro, al igual que ocurre con la inclusión de viviendas dotacionales para menores de 35 y mayores de 65 años.
También otorgan la máxima relevancia a la implantación de diversas tipologías de viviendas en los edificios residenciales en cuanto a tamaño, número de habitaciones o distribución, con el objetivo de ampliar la diversidad de núcleos familiares que puedan interesarse por alojarse en ellas.
Por último, la cuestión relativa a la aplicación, en el diseño de los edificios, de una perspectiva de género no resulta, sin embargo, relevante para los participantes en la encuesta, que le otorgan por amplia mayoría un uno, la mínima puntuación.