Airgilab, el laboratorio vivo que regenera el aire de los edificios con cultivos hortícolas

La Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha presentado Airgilab, una innovadora infraestructura científica que regenera el aire de los edificios con cultivos hortícolas. En concreto, un invernadero de agricultura urbana conectado a un aula y a un despacho de la ESEIAAT absorbe el CO2 de estos espacios y, mediante fotosíntesis, lo transforma en oxígeno. Este aire limpio recircula nuevamente hacia el aula.

El Airgilab funciona como un laboratorio vivo que conecta un invernadero con un aula y un despacho interior. A través de la fotosíntesis de cultivos hortícolas, el invernadero transforma el CO2 emitido en estos espacios en oxígeno limpio.

La innovadora infraestructura científica se ha construido en el marco de los proyectos Move4Edu y Binafet, en los que participan el Grupo de Investigación de Innovación de la Construcción (GRIC) de la Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech (UPC) y Sostenipra de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Descarbonizar los edificios con la fotosíntesis

En el aula 3.07 del edificio TR5 de la ESEIAAT, los 80 estudiantes que asisten a clase respiran un aire de gran calidad gracias al Air quality & Green Infraestructure Living Lab (Airgilab). Además, proporciona un excelente confort ambiental, reduciendo los costes de los sistemas de ventilación. La adopción de este sistema permitiría generar ahorros energéticos en los edificios y beneficios provenientes de la gestión del invernadero que ayudarían a hacer viable la implementación de sistemas de ventilación.

Airgilab utiliza la fotosíntesis de los cultivos hortícolas para capturar dióxido de carbono. El aula y el despacho de la ESEIAAT están conectados a un sistema de ventilación que extrae el CO2 emitido en estos espacios. Este CO2 se transporta a un invernadero tecnificado construido en la cubierta del edificio TR5 donde se cultivan plantas hortícolas (tomateras, lechugas, judías, etc.). Estas absorben el CO2 y lo transforman en oxígeno mediante la fotosíntesis. Posteriormente, se evalúa si este aire puede ser inyectado de nuevo en los espacios interiores del edificio.

Así, Airgilab integra los flujos residuales generados en los edificios dentro de procesos agrícolas para sumar en la estrategia de descarbonización y transición ecológica. De hecho, se considera uno de los primeros living labs inteligentes que integran un invernadero en el sistema de ventilación de un edificio, porque los flujos residuales de los subsistemas se gestionan mediante control predictivo y aprendizaje automático, que ha diseñado el equipo investigador del GRIC.

Por otro lado, este laboratorio es de los primeros invernaderos tecnificados integrados en las instalaciones de ventilación y climatización de un edificio. Por este motivo, existe un espacio demostrativo, tanto para la comunidad científica como para la ciudadanía. En el ámbito educativo, el laboratorio permitirá acercar la investigación a la docencia, haciendo posible que los estudiantes puedan ver cómo funciona un sistema de ventilación, así como testar los diferentes sistemas de monitorización y control.

Por último, los datos generados se recogerán en una base de datos que estará a disposición de la comunidad UPC para utilizar herramientas de inteligencia artificial.

 
 
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