En el diseño de espacios para el sector de la hostelería, la neuroarquitectura ha demostrado ser un recurso que ayuda a mejorar la experiencia de los clientes. Este enfoque busca crear entornos que estimulen positivamente el cerebro y el comportamiento humano, influyendo en la comodidad, el bienestar y la satisfacción. Las puertas automáticas de Manusa juegan un papel fundamental, ya que su integración no solo facilita el flujo de personas, sino que también responde a principios esenciales de la neuroarquitectura, como la entrada de luz natural desde el exterior o la eliminación de barreras arquitectónicas.
En Manusa, diseñan, fabrican, instalan y realizan mantenimiento de puertas automáticas para diversidad de sectores, entre ellos el Horeca, teniendo muy en cuenta las necesidades de arquitectos, constructores, decoradores de interiores y de personas que dirigen o gestionan negocios dedicados a la hostelería. Aplicar los principios de la neuroarquitectura, una disciplina que analiza cómo la distribución y el diseño de los espacios afectan a las emociones y a las percepciones de las personas, forma parte de los factores que contemplan en cada proyecto.
Beneficios de las puertas automáticas en la hostelería
En lugares como restaurantes, donde la comodidad y la sensación de bienestar son primordiales, la primera impresión es determinante. Las puertas automáticas, al abrirse de manera fluida y sin esfuerzo, evitan el hecho de tener que empujar una puerta manual. Esta simple acción tiene un impacto significativo en la percepción del espacio, ya que los clientes se sienten bienvenidos y valorados desde el primer momento. Además, contribuyen al bienestar de las personas con movilidad reducida o que se desplazan en silla de ruedas, y se evitan aglomeraciones en el acceso desde la calle.
Otro aspecto muy valorado y vinculado a la neuroarquitectura es el control sensorial del ambiente. Los entornos ruidosos pueden generar molestias, lo que afecta negativamente a la experiencia de los clientes. Las puertas automáticas de Manusa, como la corredera estándar, la corredera telescópica o la batiente, al reducir el ruido procedente desde el exterior hacen que el ambiente dentro del establecimiento de hostelería sea más tranquilo y controlado.
A ello se debe sumar que las puertas automáticas de Manusa ayudan al control de temperatura, y por tanto a la eficiencia energética del restaurante, evitando que una puerta quede abierta innecesariamente y se produzcan corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura cuando está encendido el aire acondicionado o la calefacción.