El Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha publicado un informe que evalúa el progreso de los objetivos generales del Pacto Verde Europeo, que aspira a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, alcanzar la neutralidad climática para 2050 y lograr una economía eficiente en el uso de los recursos. El análisis abarca 154 objetivos cuantificables de 44 documentos de políticas entre 2019 y 2024 en sectores clave como el clima, la energía, la economía circular, el transporte, la agricultura y la alimentación, los ecosistemas y la biodiversidad, el agua, el suelo y la contaminación del aire.
La Unión Europea ha establecido objetivos sin precedentes para lograr la neutralidad climática para 2050, con una transición verde y sostenible, a través del Pacto Verde Europeo (PVE). Alrededor del 30% de las iniciativas políticas propuestas por la Comisión Europea entre 2020 y 2024 se refieren directamente a la aplicación del PVE.
El JRC ha analizado en este informe cómo se pueden alcanzar las ambiciones del Pacto Verde Europeo e identifica las áreas que requieren esfuerzos adicionales urgentes, destacando la necesidad de que los Estados miembros presten mayor atención a la aplicación eficaz de las políticas del PVE y fomenten la transformación hacia la sostenibilidad.
Progreso hacia los objetivos del Pacto Verde Europeo
El informe ‘Implementación del Pacto Verde Europeo: progreso hacia los objetivos‘ del JRC identifica 154 objetivos cuantificables, ya sean jurídicamente vinculantes (directivas y reglamentos) o no jurídicamente vinculantes (comunicados y propuestas legislativas, la mayoría de los cuales ya han sido acordados). En concreto, identifica 35 objetivos de economía circular; 34 objetivos de energía limpia, asequible y segura; 33 objetivos de preservación y protección de la biodiversidad; 24 objetivos de movilidad inteligente y sostenible; 14 objetivos hacia la contaminación cero; nueve objetivos de clima; y siete objetivos de la estrategia ‘de la granja a la mesa’.
Los resultados de la evaluación indican que se ha avanzado en 96 objetivos (62%). Sin embargo, solo 32 objetivos están plenamente encaminados (21%), mientras que se necesita acelerar el proceso en el caso de 64 objetivos (41%). Además, 15 objetivos (10%) no están avanzando, o bien avanzan en la dirección opuesta o están estancados. No se dispone de datos o estos son insuficientes en el caso de los 43 objetivos restantes (28%).
Los objetivos jurídicamente vinculantes representan el 56% de todos los identificados (87 de 154). Casi la mitad de ellos (42 objetivos) muestran una tendencia positiva, aunque solo 13 están actualmente en vías de alcanzarse, y la mayoría requiere un avance acelerado. Por el contrario, 12 objetivos jurídicamente vinculantes están fuera de curso o estancados, mientras que todavía no se dispone de datos sobre los 33 objetivos restantes.
El momento de aplicación de las políticas vinculantes, la mayoría de las cuales se han acordado recientemente y se espera que den resultados en los próximos años, es un factor importante que influye en estas evaluaciones. La aplicación efectiva del paquete ‘Fit for 55’ contribuirá a las ambiciones climáticas de 2030. Según el informe del JRC, para hacer frente a la gran cantidad de desafíos de implementación que han surgido se requieren esfuerzos dedicados a todos los niveles, junto con acciones paralelas con otras instituciones.
Ambición climática y transición hacia la energía limpia
La Unión Europea ha implementado un conjunto integral de políticas de cambio climático para abordar la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), incluida su primera Ley del Clima para alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Según el informe del JRC, es necesario intensificar los esfuerzos de mitigación del cambio climático, ya que las reducciones actuales en los sectores cubiertos por el Reglamento de Reparto del Esfuerzo y el Reglamento LULUCF (uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y selvicultura) son insuficientes. Las emisiones de metano también requieren esfuerzos intensificados de reducción. A pesar de una disminución del 32,5% en las emisiones netas de GEI de la UE entre 1990 y 2022, el ritmo de reducción entre 2020 y 2030 debe acelerarse significativamente en comparación con las décadas anteriores.
También es necesario acelerar la transición hacia la energía limpia, con especial atención a aumentar la proporción de fuentes de energía renovables. Para ello es necesario realizar inversiones sustanciales en infraestructuras de energía renovable, aumentar la producción de hidrógeno renovable y fortalecer las redes eléctricas. Para respaldar este cambio, es fundamental acelerar la adopción del hidrógeno renovable en la industria y el transporte, además de desarrollar infraestructuras específicas y un mercado eficiente del hidrógeno. Además, es necesario revertir las tendencias actuales en materia de consumo y eficiencia energética.
Avances en materia de economía circular
La Unión Europea está avanzando en el cumplimiento de sus ambiciones en materia de economía circular, donde aproximadamente el 30% de los objetivos establecidos están en vías de alcanzarse. Sin embargo, es necesario invertir las tendencias en la tasa de uso circular de materiales y acelerar urgentemente el reciclado y la preparación para la reutilización de los residuos, ya que la mayoría de los Estados miembros corren el riesgo de no alcanzar estos objetivos para 2025, según el informe del JRC.
En materia de movilidad sostenible, la descarbonización del transporte por carretera requiere una infraestructura sólida para combustibles alternativos, con una aceleración significativa en el despliegue de hidrógeno renovable y estaciones de carga eléctrica. Los biocombustibles avanzados, el biogás y los combustibles renovables de origen no biológico serán vitales para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la aviación y el transporte marítimo. Si bien el transporte urbano avanza hacia la electrificación, aún se necesitan reducciones más rápidas de las emisiones de CO2 de los vehículos pesados.
Por otro lado, en el sistema alimentario es necesario revertir las tendencias en los hábitos alimentarios y los resultados en materia de salud, la calidad del empleo, la asequibilidad de los alimentos, la huella de consumo, el consumo de energía y la generación de residuos. También es esencial abordar desafíos como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la reducción del desperdicio de alimentos.
Protección de la biodiversidad y contaminación cero
Según el informe del JRC, el área temática de biodiversidad presenta desafíos particulares: el 45% de las metas no pueden evaluarse actualmente debido a la falta de parámetros e indicadores definidos para un monitoreo integral de la biodiversidad. En general, se deben acelerar los esfuerzos de restauración de la biodiversidad y los ecosistemas, acompañados de una mejor recopilación y seguimiento de datos para evaluar mejor los avances hacia el logro de los objetivos.
Se han logrado avances hacia la contaminación cero en las áreas de contaminación del aire, plaguicidas químicos y ventas de antimicrobianos. Sin embargo, siguen existiendo desafíos en las áreas de contaminación acústica, calidad del agua, generación de residuos y preocupaciones emergentes como los microplásticos.
Próximos pasos para avanzar en la transformación sostenible
El informe destaca que en muchos ámbitos se han logrado avances significativos hacia la transformación sostenible de Europa. Por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero están disminuyendo de forma constante, y se han logrado reducciones sustanciales en sectores clave como la energía y la industria. Los avances en materia de reciclaje y procesos de producción sostenibles están impulsando la transición hacia una economía limpia y circular, abordando el problema de los residuos y poniendo de relieve la necesidad de reducir la dependencia de Europa de recursos finitos.
Si bien los avances son prometedores, es esencial tomar más medidas para alcanzar los objetivos de 2030 en algunas áreas, subraya el estudio. Por ejemplo, en el sector energético, las energías renovables deben crecer más rápido para alcanzar la meta del 42,5% y deben estar respaldadas por inversiones en infraestructura e innovación. La expansión de las áreas protegidas y la restauración de los ecosistemas serán cruciales para revertir la pérdida de biodiversidad. También se necesitan mejores datos y sistemas de monitoreo para seguir los avances, ya que el 28% de los objetivos carecen de datos suficientes en la actualidad.
Asimismo, los avances son desiguales porque muchas iniciativas legislativas en el marco del Pacto Verde Europeo se han aprobado recientemente, como la Ley de Restauración de la Naturaleza, y aún no se han aplicado. Otras se están debatiendo o todavía falta mucho tiempo para que se puedan lograr resultados significativos.
En conclusión, el estudio del JRC muestra que la mayoría de las políticas y herramientas de apoyo están en marcha y están empezando a dar resultados. Sin embargo, para alcanzar los ambiciosos objetivos para 2030 y 2050, es necesario acelerar el progreso en muchas áreas.