El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción (GlobalABC) han publicado el informe anual sobre el sector de los edificios y la construcción. El estudio concluye que, por primera vez desde 2020, las emisiones de la construcción han dejado de crecer. Además, subraya la urgencia de armonizar los códigos de construcción, ampliar el uso de materiales bajos en carbono, aumentar el acceso equitativo a la financiación verde e incentivar la construcción circular.

El Informe sobre el estado mundial de la edificación y la construcción 2024/2025 destaca el progreso que se ha hecho en los objetivos climáticos mundiales correspondientes y pide una mayor ambición en seis retos, incluidos los códigos energéticos de los edificios, las energías renovables y la financiación.
Medidas para reducir el consumo de energía y las emisiones
Al analizar la década transcurrida desde la firma del Acuerdo de París en 2015, el informe concluye que 2023 fue el primer año en que el crecimiento continuado de la construcción de edificios se desvinculó de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector asociado, que se han estancado.
Mediante la adopción de códigos energéticos obligatorios para los edificios alineados con el objetivo de emisiones netas cero, de estándares de rendimiento obligatorios, y aprovechando las inversiones en eficiencia energética, la intensidad energética del sector se ha reducido casi un 10%, mientras que la proporción de energías renovables en la demanda final de energía ha aumentado casi un 5%.
Otras medidas, como prácticas de construcción circular, contratos de arrendamientos verdes, modernización y rehabilitación energética de edificios existentes y el uso prioritario de materiales de baja emisión de carbono, pueden reducir aún más el consumo de energía, mejorar la gestión de residuos y disminuir las emisiones en general.
A pesar de estos avances, el sector sigue siendo un factor clave en la crisis climática, ya que consume el 32% de la energía mundial y contribuye al 34% de las emisiones mundiales de CO2. Además, depende de materiales como el cemento y el acero, responsables del 18% de las emisiones mundiales y una fuente importante de residuos de la construcción.
Códigos energéticos para edificios con cero emisiones
Dado que aproximadamente la mitad de los edificios del mundo que existirán en 2050 aún no se han construido, es fundamental adoptar códigos de edificación ambiciosos en el ámbito de la energía, según el informe de la ONU. Sin embargo, los datos apuntan a una reciente disminución de medidas de gran eficacia, como la instalación de bombas de calor, y más del 50% de las nuevas superficies construidas en economías emergentes y en desarrollo siguen sin estar reguladas por códigos de edificación.
El informe plantea un reto a los principales países emisores de carbono para que adopten códigos energéticos para edificios con cero emisiones de carbono antes de 2028, a los que deberán seguir el resto de países no más tarde de 2035. Además, todos los gobiernos, instituciones financieras y empresas deberán colaborar para duplicar la inversión global en eficiencia energética en edificios, pasando de 270.000 millones de dólares a 522.000 millones de dólares para 2030.
La adopción de medidas de Responsabilidad Extendida del Productor y prácticas de economía circular (incluida una mayor vida útil de los edificios, una mejor eficiencia y reutilización de los materiales, el reciclaje, el diseño pasivo y la gestión de residuos) son fundamentales para ayudar a superar los déficits de financiación. Por su parte, los programas de formación de mano de obra son esenciales para cubrir las carencias de cualificaciones en el sector.