La Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Orense colaborarán en el diseño y ejecución de un proyecto piloto de refugio climático al que se destinará una inversión total de 450.000 euros. El fin último es crear entornos amables y adaptar zonas urbanas, apostando por más espacios naturales y menos infraestructura gris para elevar el bienestar de la ciudadanía. De esta forma, Orense será la primera ciudad gallega en la que se recurra a la plantación de árboles y a otras soluciones naturales para combatir los efectos del calentamiento global.

En esta acción conjunta, que se enmarca en el Plan gallego de refugios climáticos, el Ejecutivo gallego aporta la financiación y el Ayuntamiento de Orense deberá colaborar en la elaboración del mapa de islas de calor y de refugios climáticos en la ciudad así como en la creación de proyecto piloto de refugio climático.
La existencia de refugios climáticos y la apuesta por los espacios verdes es vital para contar con lugares frescos y zonas de sombra para acoger a la población más vulnerable. De hecho, el diseño de los refugios climáticos precisa de un enfoque integral que tenga en cuenta a adaptación de los ecosistemas al calentamiento global y la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía con la habilitación de espacios verdes saludables y funcionales.
Mapa de islas de calor y refugios climáticos
El diseño del mapa de islas de calor y refugios climáticos en el municipio correrá a cargo de la Universidad de Vigo y el diseño y ejecución del proyecto piloto de refugio climático corresponderá a los Ejecutivos autonómico y local.
El mapa que se va a elaborar en Orense permitirá identificar cuáles son las islas de calor de la ciudad, los refugios climáticos existentes (áreas frescas, verdes y con arbolado que puedan ser empleadas por la población en episodios de temperaturas elevadas) y las zonas de preservación de la biodiversidad, que pueden coincidir con el ámbito de algún refugio climático.
Esta información es especialmente importante para episodios de olas de calor como las que se registran en verano y que impactan en la salud de las personas, especialmente en aquellas que viven en las ciudades por el efecto isla de calor, el fenómeno que se produce por el efecto de la radiación solar y su multiplicación al impactar en el asfalto y en el hormigón.
Información compartida
Los resultados obtenidos con el desarrollo del proyecto piloto de Orense se pondrán a disposición del resto de ayuntamientos gallegos para que puedan evaluarlos y replicar el modelo o adoptar soluciones semejantes en su ámbito de actuación. Este trabajo complementará el que realice la Universidad de Vigo en el desarrollo de una metodología para elaborar mapas de calor y localizar refugios climáticos.
De este modo, estas herramientas facilitarán a los gobiernos locales el diseño de proyectos de fomento de las infraestructuras verdes en espacios urbanos y periurbanos para hacer frente a los efectos del cambio climático, iniciativas con las que podrían optar además a las ayudas que convoca el Ejecutivo gallego en este ámbito.