El Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la UE (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han publicado un informe conjunto sobre el estado del clima en Europa en 2024. El documento concluye que el pasado año fue el más cálido en Europa desde que hay registros. Entre otros datos, el informe señala que Europa es el continente que se calienta más rápido y que está experimentando graves impactos a causa de las condiciones meteorológicas extremas. Sin embargo, como dato positivo, las ciudades europeas son cada vez más resilientes al cambio climático.
El informe sobre el estado del clima en Europa 2024 (ESOTC 2024), que cuenta con la participación de unos 100 científicos, ofrece descripciones y análisis de las condiciones climáticas en Europa en 2024, abarcando variables de todo el sistema terrestre, eventos clave y sus impactos, y un análisis de políticas y acciones climáticas, con especial atención a la resiliencia del entorno construido. También ofrece una visión general de las condiciones climáticas en el Ártico e información actualizada sobre la evolución a largo plazo de los indicadores climáticos clave.
Estado del clima en Europa en 2024
En 2024, Europa fue el continente que sufrió el calentamiento más rápido, caracterizado por una clara brecha climática: las zonas orientales sufrieron sequía y calor extremos, mientras que las occidentales sufrieron humedad y calor extremos. Al mismo tiempo, Europa vivió las mayores inundaciones desde 2013.
En casi la mitad de Europa, en particular en las regiones central, oriental y suroriental, se midieron el año pasado temperaturas récord, según coinciden los seis conjuntos de datos empleados, con anomalías de hasta 2-3 ºC por encima de la media en algunas partes, incluido el sur de España. Según el conjunto de datos, el año pasado la temperatura media europea se situó 1,5 ºC por encima del periodo de referencia de 1991-2020, batiendo por tres décimas el anterior récord de 2020.
Entre las principales conclusiones del informe destacan las siguientes: en la región europea y en el mar Mediterráneo, la temperatura anual de la superficie del mar fue la más alta jamás registrada; los glaciares de Escandinavia y Svalbard sufrieron las mayores tasas anuales de pérdida de masa; Europa occidental vivió uno de los 10 años más húmedos; y el sudeste de Europa sufrió el verano más seco según un registro del índice de sequía de 12 años.
El documento recoge también algunos avances positivos: las ciudades europeas son cada vez más resilientes al cambio climático y, en 2024, se alcanzó la cifra récord del 45% de electricidad generada a partir de energías renovables.
Los fenómenos meteorológicos extremos constituyen un riesgo cada vez mayor para las zonas urbanas de Europa. En el informe se insta a adoptar medidas urgentes para aumentar su resiliencia, en particular en lo que respecta a los riesgos de inundación. Dichas medidas son esenciales para afrontar el agravamiento previsto de los daños causados en las ciudades por las condiciones meteorológicas extremas, cuya magnitud podría decuplicarse de aquí a 2100.