El organismo europeo sin ánimo de lucro Buildings Performance Institute Europe (BPIE) ha publicado un informe para ayudar a los responsables políticos europeos y nacionales a prepararse para la implementación de regulaciones destinadas a reducir el impacto de carbono en toda la vida útil de los edificios. En él se describen las experiencias de República Checa, Irlanda y España en el desarrollo de metodologías de medición y el establecimiento de líneas de base, de cara a la exigencia de la UE de 2028 de medir el potencial de calentamiento global (GWP) durante el ciclo de vida.
La alineación del sector de la construcción y el sector inmobiliario con los objetivos de neutralidad climática depende en gran medida de la disponibilidad y transparencia de los datos operativos y de carbono incorporado en toda la industria. Las recientes regulaciones de la UE están preparadas para impulsar la adopción generalizada de la evaluación del carbono durante toda la vida útil en todo el sector.
Se espera que estas regulaciones impulsen la recopilación y el análisis de datos, lo que permitirá la creación de valores de referencia críticos para los edificios. Al establecer puntos de referencia con objetivos progresivamente más estrictos, los responsables políticos pueden dirigir el sector de la construcción hacia emisiones cercanas a cero, ofreciendo una orientación clara sobre cómo reducir las emisiones de carbono de manera rápida, significativa y sostenible.
Reducir el impacto de carbono en toda la vida útil de los edificios
Si bien la Directiva sobre el rendimiento energético de los edificios (EPBD) exige que la medición del potencial de calentamiento global del ciclo de vida comience en 2028, se debe establecer y publicar un marco para la evaluación y una hoja de ruta que introduzca valores límite para finales de 2027. En este contexto, el informe ‘¿Cómo establecer los puntos de referencia de carbono para toda la vida útil?‘ ayudará a los responsables políticos a prepararse para la implementación de regulaciones destinadas a reducir el impacto de carbono en toda la vida útil de los edificios.
Según el documento, algunos países europeos están avanzando más rápidamente, ya que habían regulado las emisiones de carbono incorporado antes de la revisión de 2024 de la Directiva. En estos mercados, el primer paso crítico fue desarrollar una metodología de medición y utilizarla para establecer líneas de base para el diseño actual de los edificios. Este informe resume las experiencias de República Checa, Irlanda y España en la adopción de estos pasos iniciales hacia la implementación consistente y efectiva de las regulaciones sobre el rendimiento energético de los edificios.
Priorizar la reducción de las emisiones iniciales
El nuevo informe de BPIE ofrece información útil sobre las características clave de las reglamentaciones sobre la determinación de límites de exposición a la luz, centrándose en tres países europeos (además de los países nórdicos, Francia y los Países Bajos, que han sido objeto de una amplia investigación). En él se establecen valores de referencia iniciales basados en plantillas comunes de recopilación y análisis de datos, que deberán actualizarse periódicamente a medida que mejore la calidad de los datos, evolucionen los requisitos a nivel de la UE y se hagan más aclaraciones sobre las evaluaciones de la determinación de límites de exposición a la luz.
Los primeros resultados cuantitativos indican que la etapa de producto es la mayor fuente de carbono incorporado en los tres países y tipos de edificios, lo que pone de relieve que los responsables políticos y la industria deberían priorizar la reducción de las emisiones iniciales para lograr el máximo impacto. Si bien estas tendencias generales son consistentes, los valores específicos varían entre países debido a las diferencias en las prácticas de construcción, la intensidad de carbono de la red, las metodologías de evaluación y las fuentes de datos.
El informe concluye que los puntos de referencia nacionales más granulares y representativos, como lo exige la EPBD reformulada, proporcionarán un punto de referencia claro para comprender los promedios nacionales e identificar las mejores prácticas en construcción. Estos puntos de referencia ayudarán a determinar qué edificios y carteras se alinean con los objetivos de neutralidad climática y orientarán el nivel de ambición política necesario.