Comunicación presentada al II Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autor
- Fernando Aranda Moreno, Coordinación técnica, Institut Català del Sòl. Generalitat de Catalunya
Resumen
Generación de modelo de desarrollo urbanístico con principios de gestión, diseño y financiación que incorpore conceptos de autonomía energética y gestión sostenible. Implantación de criterios para poder garantizar la aplicación de las prescripciones europeas para 2020 referentes al balance neto en los nuevos sectores urbanísticos. Conseguir el balance neto implica la producción con energías alternativas de las necesidades energéticas previstas en el sector y poder implantar criterios fundamentales como la generación distribuida. Para lograr estos objetivos, se debe facilitar y prever desde los planeamientos las soluciones necesarias teniendo en cuenta los largos plazos de los desarrollos urbanísticos y el horizonte 2020.
Objetivos
Generación de un modelo de desarrollo urbanístico aplicando criterios de gestión, diseño y financiación de la trama urbana que incorpore conceptos de autonomía energética y gestión sostenible. Implantación de criterios para garantizar el cumplimiento de las prescripciones europeas previstas para alcanzar el Horizonte 2020 en materia de edificios de energía casi cero.
Antecedentes
La Directiva 2010/31/UE sobre eficiencia energética de edificios, publicada en el mes de junio de 2010 en el Diario Oficial de la Unión Europea Y posteriores directivas prevé como requisito el saldo neto en los edificios de 2018/2020, fijando como un elemento fundamental para lograr la máxima eficiencia energética y la reducción de las emisiones de CO2, la introducción de la calefacción y refrigeración mediante redes de calor. No cabe duda que este tipo de infraestructura tiene un peso específico fundamental a la hora de redactar o incluso imaginar un planeamiento urbanístico. Sin embargo este no es el único tema que afecta al planeamiento urbanístico derivado del cumplimiento de los objetivos fijados para 2020.
El concepto de balance cero en las emisiones de CO2, y por ende de consumos, implica la producción con energías renovables de las necesidades energéticas del sector y poder implementar criterios fundamentales tales como generación distribuida. Estas dos exigencias implican la previsión inmediata de unas medidas que deben adoptarse en las nuevas implementaciones.
No cabe duda que para conseguir, de manera aislada, edificios de energía casi cero, la fase de planificación y proyecto son el punto de partida. Sin embargo el periodo de tiempo mínimo para conseguir ese producto se obtendría perfectamente con un plazo máximo de tiempo de 36 meses, entre la redacción del proyecto y la ejecución de las obras. Con ello el pistoletazo de salida sería como máximo en 2017, fecha que podríamos considerar aún como lejana.
Sin embargo cuando hablamos de edificios y de energía no podemos considerarlos como casos aislados, ya que están incluidos en una compleja trama de infraestructuras y necesidades comunes a otros edificios, tanto vecinos como incluidos en un ámbito concreto.
Aquí es donde entra en juego el planeamiento urbanístico. Este debe ser el facilitador del desarrollo de esos proyectos individuales, previendo tipologías edificatorias que faciliten buenos balances de emisiones, buenas orientaciones y soluciones productivas que ayuden a obtener, con las mínimas dificultades posibles, edificios de energía casi nula.
Por ello, los plazos se modifican sustancialmente, ya que para conseguir este resultado y dadas las velocidades de desarrollo y aprobación de los planeamientos urbanísticos, para conseguir obtener NZEB, las redacciones de planeamientos urbanísticos actuales deben incluir todos los elementos facilitadores para ello.
Afectaciones
Los ámbitos sobre los que se debe incidir en la propuesta para lograr el balance neto incluyen los siguientes elementos: Implantaciones óptimas y exigencias pasivas de los nuevos edificios, iluminación pública, puntos de recarga de vehículos eléctricos, redes de frio y calor, producción y distribución eléctrica (Smart Grids), eficiencia eléctrica, etc. No hay que olvidar tampoco la recogida de información (TIC) de los diferentes elementos que se incorporan a la nueva implantación urbanística.
Metas concretas
Con esta iniciativa se pretende conseguir metas tan importantes como la eficiencia energética de los nuevos edificios, la optimización de recursos, infraestructuras y potencias, parámetros de ahorro energético, reducción del gasto público, ordenación del mercado interior productivo y de consumo, incorporación de energías renovables, unificación de fuentes y criterios energéticos (eléctrica, térmica, renovable), creación de nuevas expectativas de negocio.
Líneas a incidir
Urbanismo y construcción
Incorporación de medidas, criterios y políticas con la finalidad de incidir en la eficiencia energética y la sostenibilidad de los edificios, planificación y Urbanismo con criterios de desarrollo sostenible, social y técnico.
- Limitación de la demanda: La certificación energética de edificios debe limitarse. Esta limitación no será mediante la exigencia de una letra específica, si no de unos valores de demanda y emisiones limitados. Estos datos servirán como valores a considerar a efectos de balance neto. La limitación en el caso de vivienda vendrá por el «índice de calificación energética para viviendas C1» fijada en la escala de calificación energética publicada por el IDAE. En el caso de edificios no destinados a vivienda, se aplicarán los criterios establecidos en el mismo documento IDAE fijando un índice C máximo.
- Asoleo: Exigencia que todas las viviendas dispongan en la sala de 1 hora de sol como mínimo el día 22 de diciembre dentro de la franja horaria de las 10 a las 14 horas. Esto implica, que en casos en que las orientaciones del planeamiento no sean demasiado buenas, el uso de tipologías edificatorias menos habituales que permitan el cumplimiento de esta exigencia. (Por ejemplo, soluciones de 3 viviendas por rellano o soluciones alternativas).
- Sombras entre edificios: Es necesario garantizar que ningún edificio limite la capacidad de disponer en la cubierta de la superficie suficiente que permita cumplir con los criterios para lograr la producción de energía que valide el saldo neto de la edificación. Al menos 85% de horas de luz cualquier punto de la cubierta debe estar exento de sombra proyectada de un cuerpo de su propio edificio o de un vecino. Sólo se permitirá las sombras realizadas por elementos de la cubierta propia.
- Recarga del coche eléctrico: Los edificios que dispongan de aparcamiento deberán prever la preinstalación necesaria para favorecer el desarrollo del conexionado individual de todos los usuarios o bien un sistema común justificado.
- Gestión energética: Con el fin de garantizar el cumplimiento del balance neto, con la incorporación de renovables productiva, es imprescindible fomentar la gestión energética de los edificios. Esta gestión, que incluye la producción, distribución y comercialización será tanto en energía eléctrica como con la térmica. Es necesario establecer el concepto de contador único para aplicar este criterio de balance neto.
- El papel de la distribuidora/comercializadora: Exigencia a las empresas distribuidoras y/o comercializadoras de facilitar al gestor energético, lograr el balance 0 en el intercambio energético global en el sector tanto a nivel de edificios como de infraestructuras urbanísticas. Autoconsumo gestionado ampliado al ámbito del sector.
- Servidumbres energéticas: Posibilidad de establecer servidumbres o concesiones sobre el uso de la cubierta para poder implantar sistemas de producción eléctrica/ térmica en los edificios y en particular en sus cubiertas gestionadas por empresas de servicios de energía. Favorecer igualmente la conexión a posibles redes de calor/frio (DHC) existentes o futuras.
- Reducción de las potencias a contratar: Es necesario fomentar la reducción de las potencias a contratar, garantizando igualmente los suministros necesarios a las viviendas. Las prescripciones del Horizonte 2020 requieren unas potencias mucho más reducidas que las actualmente aplicables. En el caso de vivienda un valor suficiente sería 5, 75kW. Igualmente se aplicarán potencias adecuadas a las tecnologías actuales y criterios de eficiencia en los servicios comunes de los edificios, favoreciendo el ahorro y la optimización de las potencias.
- Certificado de garantía de origen: Las comercializadoras/gestores energéticos aportarán el certificado de garantía de origen renovable, emitido por el CNE.
Energía y medio ambiente
Incorporación de la producción de energías limpias, la producción local de energía, aplicación de medidas de gestión ambiental, la reducción del consumo de recursos naturales y la mejora de las redes de distribución.
- Gestión energética global: Se preverá la incorporación de un gestor energético, tanto a nivel eléctrico como térmico. Este gestor deberá garantizar el cumplimiento del balance neto del sector, optimizar las potencias y ofrecer un precio competitivo tanto al usuario como al promotor de los edificios, actuando como inversor. Impulso de redes de calor y frio de pequeña/mediana escala.
- Alumbrado público de alta eficiencia y gestionado. Posible incorporación del gestor como ESE. Inversión inicial por parte de la empresa de servicios.
- Redes de calor y frio: Delimitación de las dimensiones de las redes de calor y frio (DHC) como grandes centralizaciones de manzana urbanística. Posibilitar las inversiones de empresas de servicios energéticos o bien la alternativa del promotor del suelo o de un tercero para actuar como distribuidor de la energía con el posterior resarcimiento de las inversiones por parte del gestor.
Movilidad
Adopción de sistemas inteligentes de tráfico, promoción del uso de la bicicleta y del vehículo eléctrico.
- Puntos de recarga de vehículos eléctricos: Incorporación por parte de la distribuidora/comercializadora de puntos de recarga. Como mínimo se preverán/facilitarán los elementos para que la instalación de estos elementos sea simple. Previsión de la incorporación tanto en el exterior como en el interior de los edificios.
- Servicios. Redes de servicios urbanos, agua, gas, alcantarillado, comunicaciones, electricidad. Incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
- Incorporación de puntos de recogida de información: Puede estar vinculada a un operador de telefonía móvil, internet o la misma fibra óptica. Este operador haría la inversión y la gestión de los datos. Información posible: aparcamiento, iluminación, transporte, control ambiental.
Otros criterios incluidos en la planificación urbanística se refieren a aspectos ambientales y sociales tangenciales a la eficiencia energética pero que pueden afectar en algún momento a los edificios de energía casi cero. Entre otros:
- Eficiencia en la distribución del agua, absorción y utilización del agua de lluvia
- Zona WIFI, fibra óptica: facilitando la incorporación de los operadores que ofrecen inversiones y comercialización
- Vegetación adecuada incorporando al proyecto de desarrollo urbano la vegetación adecuada para garantizar el uso racional del agua y buena adaptación y enraizamiento de las especies
- Reciclado de materiales y elementos con el fomento de la utilización de materiales reciclados que promuevan la sostenibilidad y el ahorro en la ejecución, incorporando criterios para el uso de materiales reciclados en los trabajos de construcción y gestión de residuos de construcción, valorización del residuo, etc.
Conclusiones
- Sólo con un buen planeamiento urbanístico se puede garantizar de forma global la disposición de edificios que puedan ser considerados de energía casi nula, de balance de emisiones cero o de consumo compensado.
- Las sinergias y optimizaciones entre varios edificios solo podrá obtenerse con una previsión conjunta, ya que aisladamente muchos factores son improductivos, ineficientes o imposibles de conseguir.
- La figura del planificador es fundamental para poder garantizar los objetivos de 2020, con una implicación total tanto del “legislador” urbanístico como del promotor del suelo, el promotor de las edificaciones, las administraciones implicadas, las empresas suministradoras, distribuidoras y gestoras de los servicios y los usuarios.
- Entre todos ellos y en la medida de sus atribuciones y responsabilidades se pueden conseguir, sin grandes esfuerzos ni compromisos individuales, unos resultados de excelencia en el tema de la eficiencia energética y ambiental de nuestras nuevas edificaciones.
- Por todo ello, los nuevos planeamientos deben fomentar, exigir, facilitar, etc., los criterios técnicos, normativos, económicos, ambientales y sociales que nos conduzcan a conseguir los objetivos que todos nos marcamos para el cercano horizonte de 2020.