Comunicación presentada al V Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autor
- Alejandro López Vidal, Director Técnico, Andece (Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón)
Resumen
Los requisitos que deben satisfacer los EECN se concentran en su diseño, construcción y operación. Sin embargo, no se atiende igual a la incidencia que provocan los materiales de construcción con que se construyen. Andece, como asociación española de los fabricantes de prefabricados de hormigón, ha realizado 6 DAP sectoriales a fin de encaminar a las empresas ante la creciente imposición de criterios de construcción sostenible, que establecen la eficiencia energética como la categoría más importante en la evaluación; y conocer el estado actual de los impactos ambientales medios, a fin de establecer mejoras dentro de las plantas de prefabricados, especialmente en lo relativo a la optimización de consumos energéticos y de materiales.
Palabras clave
DAP, Sostenibilidad, ACV, Prefabricados, Hormigón
Conceptos sobre DAP y ACV
Los materiales de construcción juegan un papel crucial en el comportamiento energético de los edificios, así como en la salud de sus ocupantes y en los impactos ambientales que conllevan.
A medida que ha ido incrementándose la conciencia ambiental en la sociedad, las empresas se han dado cuenta de la enorme importancia de evaluar cómo afectan sus actividades al medio ambiente. Ante esta creciente demanda, las empresas deben responder ofreciendo productos más ecológicos, empleando procesos de producción “más limpios». Una de las herramientas que se pueden aplicar para mejorar los productos y los procesos es el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), siendo el soporte de las declaraciones ambientales de producto (DAP).
Se define Ciclo de Vida (CV) como el conjunto de etapas de un producto, desde la extracción y procesamiento de las materias primas, la producción, comercialización, transporte, uso y mantenimiento, hasta la gestión final cuando llega al fin de su vida útil. La suma de todas las entradas de materia y energía (inputs) y salidas de residuos y emisiones (outputs) constituye el impacto ambiental del producto. Por su parte, el ACV es una metodología para evaluar los aspectos ambientales y los impactos ambientales potenciales asociados a un producto, proceso o servicio, con el cual se puede desarrollar una DAP.
Una DAP plasma en un documento los resultados de esa evaluación ambiental objetiva. El contenido de esa DAP y los detalles de lo que hay que considerar en el estudio de ACV correspondiente vendrá definido en una norma, en el caso de los elementos prefabricados de hormigón la UNE-EN 16757:2018 (“Sostenibilidad de las obras de construcción. Declaraciones ambientales de producto. Reglas de Categoría de Producto para hormigón y elementos de hormigón”), que a su vez se referencia en la norma europea marco UNE-EN 15804:2012+A1:2014 (UNE-EN 15804:2012+A1:2014 “Sostenibilidad en la construcción. Declaraciones ambientales de producto. Reglas de categoría de producto básicas para productos de construcción”), que establece unas reglas de categoría de producto (RCP) comunes para el sector de la construcción. De esta forma, la DAP proporciona un perfil ambiental basado en datos cuantificados y verificables, empleando una serie de categorías de impacto normalizadas, como son los parámetros que describen los impactos ambientales (potencial de calentamiento global, potencial de agotamiento de la capa de ozono estratosférico, potencial de acidificación del suelo y de los recursos de agua, etc.), los parámetros que describen el uso de recursos (uso de energía primaria renovable y no renovable, uso de materiales secundarios, uso neto de recursos de agua dulce, etc.), los parámetros que describen las categorías de residuos (residuos peligrosos eliminados, residuos no peligrosos eliminados, residuos radiactivos eliminados, etc.) y los parámetros que describen otros flujos de salida (componentes para su reutilización, materiales para el reciclaje, materiales para valorización energética, etc.).
Finalidad de las DAP
El hecho de que un producto disponga de una DAP (Desarrollo, obtención y finalidad de las declaraciones ambientales de producto. Andece, 2017) no implica necesariamente que sea medioambientalmente mejor que otro que no lo tenga, pero sí la información que se obtenga como elemento imprescindible para mejorar el comportamiento ambiental (por ejemplo, identificar puntos de mejora para reducir el consumo eléctrico o de agua asociado, sin menoscabo de sus prestaciones).
Esta información puede proporcionar al fabricante un factor diferenciador frente a su competencia, no sólo a nivel de imagen corporativa, sino también al poder ofertar en obras que se certifiquen bajo sistemas de evaluación ambiental (LEED, BREEAM, etc.) que bonifican la obtención de créditos por la utilización de productos con DAP. También comienza a observarse una mayor sensibilización en la obra pública, pudiendo el componente medioambiental y/o social ser un criterio que valorar en la contratación, como será el caso del futuro Código Estructural que sustituirá a la Instrucción de Hormigón Estructural EHE-08, que incluye la tenencia de una DAP como aspecto a bonificar. Además, proporciona respuesta a una de las novedades que introdujo el Reglamento Europeo de Productos de Construcción, referencia para el marcado CE y en vigor desde 2013, que añade la posibilidad de que los productos de construcción dispongan de una DAP.
En este contexto de creciente imposición de requisitos de sostenibilidad en la construcción, las DAP se presentan como una de las grandes herramientas para valorar la carga ambiental de los productos de construcción. Como consecuencia de todo esto, países como Francia, Bélgica u Holanda disponen o lo harán de forma inminente de requisitos legales que incentiven el desarrollo de DAP. Sólo en Europa se estima que hay más de 2.000 DAP de productos de construcción.
La iniciativa Andece
Las DAP sectoriales pueden resultar útiles cuando diferentes empresas fabricantes del mismo tipo de producto se agrupan para recopilar en conjunto los datos del inventario de ciclo de vida del producto y mostrar la información “media” de los resultados como representativos.
Andece, como asociación que representa a la industria española de los prefabricados de hormigón desde hace más de medio siglo, tiene entre sus objetivos principales el liderar los avances tecnológicos del sector y observar las tendencias hacia las que se dirige el mercado de la construcción. A principios de 2017, la Asociación decidió llevar a cabo uno de los proyectos más ambiciosos realizados hasta la fecha: el desarrollo de 6 DAP, cada una de las cuales referidas a categorías de producto que fueran fácilmente agrupables, siendo éstas, estructuras, forjados, fachadas, canalizaciones, elementos ligeros huecos y pavimentos, cubriendo así una parte importante de la amplia diversidad de elementos constructivos a que se aplican los productos prefabricados de hormigón.
Con esta iniciativa se perseguía un triple objetivo:
- Obtener una imagen actual del comportamiento ambiental de los procesos productivos de las empresas asociadas, resultando una información que reflejar en una primera colección de DAP´s sectoriales que los fabricantes puedan emplear y atender ante la creciente demanda de estos documentos;
- Introducir a las empresas en un nuevo escenario donde las exigencias en materia medioambiental irán incrementándose paulatinamente;
- Y especialmente, que sirva de punto de arranque para que las empresas decidan de forma individual la realización de medidas de mejora, como por ejemplo, optimización de recursos, eficiencia energética, instalaciones más eficientes, etc. con que ir avanzando en el comportamiento global de las empresas en particular, y la industria del prefabricado en su conjunto.
Para la realización de este proyecto, se encargó el trabajo a la consultora ambiental Abaleo S.L., especializada en ACV y obtención de DAP, bajo la supervisión del Departamento Técnico de Andece. Inicialmente se realizaron diversas visitas a fábrica para conocer de primera mano los distintos productos, sus procesos productivos, la toma de medidas in situ sobre consumos de energía y materiales, etc. También se llevaron a cabo varias reuniones informativas con los fabricantes a fin de buscar la máxima implicación, de forma que se lograse la máxima participación posible y así lograr la representatividad suficiente del estudio.
En junio de 2017 se comenzaron a enviar los primeros cuestionarios a los fabricantes, quienes tenían inicialmente que identificar en cada caso los productos que fabricaban de cada categoría, y aportar datos relativos a 2016, como consumos de energía y agua, materias primas utilizadas, residuos generados, etc. Finalizada esta etapa de recabar la información, en la que más de 50 empresas aportaron los datos requeridos, Abaleo se encargó de su procesamiento con la ayuda del software Simapro y fuentes de datos ambientales de reconocida solvencia, con lo que se desarrollaron las 6 DAP, que incluyen como información más relevante las tablas de cada categoría de impacto (Andece publica sus declaraciones ambientales (ADAP) sectoriales de elementos prefabricados de hormigón. Andece, 2018).
Las DAP y su vinculación con los EECN
En primer lugar, debe presentarse el periodo de análisis en que se ha concentrado este trabajo. Normalmente las DAP de productos de construcción únicamente analizan el llamado periodo de “cuna a puerta”, es decir, del múdlo A1 hasta el módulo A3: A1 – obtención y preparación de materias primas; A2 – transporte a fábrica; y A3 – fabricación, no incluyendo el resto de las etapas del ciclo de vida Construcción (módulos A4 y A5), Uso (B1-B7) y Fin de Vida (C1-C4). Por otro lado, la eficiencia energética de un edificio se mide durante su etapa de uso (B1-B7) y más en particular en el módulo B6. Por tanto, no se puede asegurar que haya una vinculación directa entre la información resultante de esta y otras DAP referidas únicamente a su etapa de producción y los requisitos que establece un edificio de consumo de energía casi nula:
Esto se puede explicar ya que los productos de construcción (por ejemplo, un panel prefabricado de hormigón) son componentes que quedarán integrados dentro de sistemas constructivos del edificio (por ejemplo, la fachada) y es sobre estos últimos sobre los que recae la comprobación de las exigencias (térmica, acústica, resistencia al fuego y, en este caso, el ACV completo). En el caso de los elementos prefabricados de hormigón, esto supone un ligero hándicap en la medida de que no se cuantifican así algunas de las características diferenciadoras como la mayor durabilidad, la inercia térmica o su potencial de reciclabilidad/reutilización al final de su vida útil, que se analizarían en el caso de abordar el ciclo de vida completo. Por tanto, cabe pensar que en próximos estudios sea recomendable hacer un análisis de ciclo de vida completo para poner en valor dichas ventajas atendiendo a su comportamiento medioambiental, lo que a su vez incluiría la más que probable contribución a la mejora del consumo de energía del edificio.
Otro aspecto que destacar debería ser la energía embebida de los materiales, que queda fuera del alcance de los requisitos a cumplir por los EECN. Esto puede implicar que productos con un ratio elevado de energía embebida (etapa de producto) sean por el contrario idóneos desde el punto de vista de los EECN (etapa de uso), y viceversa. Por tanto, en el futuro debería ampliarse el tratamiento analítico y reglamentario a cubrir, siempre que sea factible, el ciclo de vida completo del edificio y de sus componentes constructivos.
Conclusiones
Las conclusiones de este proyecto son realmente positivas, en las que se ha podido constatar por un lado el grado de interés de las empresas asociadas por participar en este tipo de iniciativas que deben conducir a una mejora de su competitividad, y por otro, se ha logrado tener un conocimiento preciso de la vinculación que hay entre determinados aspectos de los procesos productos y sus impactos medioambientales, permitiendo así esbozar posibles elementos de mejora para los próximos años (instalaciones de reutilización de agua, mayor tasa de reciclado de materiales, suministro de energía eléctrica procedente de fuentes renovables, etc.) Respecto a su vinculación con los EECN, se observa que las DAP deben abordar el ciclo de vida completo, de forma que se determine la influencia de unos u otros factores de los elementos prefabricados de hormigón con el comportamiento energético que tendrán durante la etapa operacional del edificio.
Referencias
- Desarrollo, obtención y finalidad de las declaraciones ambientales de producto
- Andece publica sus declaraciones ambientales (ADAP) sectoriales de elementos prefabricados de hormigón