Comunicación presentada IV Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autora
- Pilar Pereda Suquet, Asesora Área de Desarrollo Urbano Sostenible, Ayuntamiento de Madrid
Resumen
Una de las prioridades del Ayuntamiento de Madrid es la recuperación de la ciudad existente y muy concretamente la rehabilitación integral con criterios de accesibilidad y eficiencia energética. Para conseguir implantar esta medida destinada a mejorar la calidad de vida de las familias en situación de vulnerabilidad, se diseñó en 2016 el Plan MAD-RE que mediante una ayuda a fondo perdido del 60% incluido IVA y gastos generales, impulsa la mejora del aislamiento, instalaciones eficientes e implantación de renovables en las viviendas situadas en Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana, APIRU, que agrupan 590.747 viviendas construidas antes de-1980, con tipología de bloque abierto que presentan importantes deficiencias energéticas y de accesibilidad.
Palabras clave
Rehabilitación, Eficiencia Energética, Ahorro, Ayudas, Calidad vida, Confort
Cómo conseguir ahorrar 15.500 T/año de CO2 rehabilitando la ciudad existente
Las premisas
Una de las prioridades de la actual corporación municipal desde que accedió al gobierno del Ayuntamiento de Madrid es la recuperación de la ciudad existente y, muy concretamente, la rehabilitación integral con criterios de eficiencia energética y con la obligada mejora de la accesibilidad.
Los datos sobre las más de 7.200 muertes prematuras que la pobreza energética se cobra cada año en nuestro país, en el que dos de cada diez hogares no pueden encender la calefacción ni iluminarse cuando anochece ante la incapacidad de pagar las facturas energéticas, parecían indicadores suficientes para decidir intervenir en la ciudad existente y concretamente en la corona de barrios de vivienda social, construidos en el período 1960-1980, con tipología mayoritaria de bloque abierto que presentan importantes deficiencias energéticas y de accesibilidad.
Estas áreas requieren una atención prioritaria y donde se han centrado los esfuerzos de renovación, para avanzar en el reequilibrio social y territorial de nuestra ciudad, interviniendo donde han aumentado las desigualdades durante la crisis.
Es evidente que una parte importante del problema procede de la calidad de las viviendas, pero precisamente las familias que no pueden pagar la energía tampoco disponen de dinero para rehabilitar sus viviendas. Aquí empieza el reto del Plan MAD-RE, Madrid Recupera, rehabilita tu casa, regenera tu barrio.
Escuchar a los agentes implicados
El primer escalón que se planteó el Área de Desarrollo Sostenible fue redactar una estrategia integral de rehabilitación de la ciudad, centrada especialmente en la periferia, que permitiera a las familias con menos ingresos acceder a mejorar las condiciones de habitabilidad y confort de sus viviendas. Para ello, era preciso escuchar a las partes que iban a intervenir activamente en el proceso, así como experiencias anteriores que permitieran valorar debilidades y fortalezas de las intervenciones, evitando partir de un esquema predefinido.
Con esta finalidad, en septiembre de 2015 el Área de Desarrollo Sostenible constituyó la Mesa de Rehabilitación, donde se reúnen los principales agentes implicados, representantes de los tres niveles de la Administración, nacional, autonómica y local, los profesionales, las empresas del sector, las entidades financieras y los grupos políticos. Los más importantes de este proceso, los ciudadanos, están representados por la Federación Regional de Asociaciones vecinales de Madrid FRAVM, la Confederación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Madrid (CECU) y otras plataformas y fundaciones de la sociedad civil organizada.
De esta Mesa surgieron las bases de la primera convocatoria del denominado Plan MAD-RE, Madrid Recupera, centrado en la recuperación de las viviendas, los edificios, los barrios y por tanto de la ciudad.
Identificar las áreas de intervención APIRUs
El 17 de marzo de 2016 se aprobaron inicialmente 109 Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana (APIRU) a partir de 4 indicadores, la antigüedad y el valor catastral de la edificación y la edad y el nivel de estudios de la población, con los umbrales de corte indicados a continuación:
- Edad de la edificación: anterior a 1980
- Valor catastral de la edificación un 20% inferior a la media municipal
- Porcentaje de población envejecida un 20% superior a la media municipal
- Porcentaje de población sin estudios un 20% superior a la media municipal
Se identificaron las parcelas que cumplían las condiciones 1 y 2 de antigüedad y valor catastral bajo, y al menos una de las condiciones 3 y 4. Es decir, del conjunto formado por las parcelas con edificación más antigua y menor valor catastral, se seleccionan las que además presentan alto índice de envejecimiento y/o población sin estudios. Esto permitió un cierto reajuste sobre la geografía inicial con datos procedentes de Catastro y Padrón Municipal 2014.
Durante el periodo de información pública, hasta el 22 de Abril se presentaron 43 alegaciones de las que se estimaron total o parcialmente 39. El 11 de mayo de 2016 se aprobó definitivamente el primer Mapa de APIRUs, Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana, en el que se identificaron finalmente 112 áreas y que agrupan un 38% de la población del municipio de Madrid.
A finales de 2016 se inicia la elaboración de un nuevo indicador, el indicador de renta, que se considera fundamental al objeto de la estrategia. Se apoya en los datos de renta bruta disponible per cápita del distrito y se realiza una estimación a nivel de sección censal atendiendo a ciertas variables como son afiliados a la seguridad social, tasa de paro, impuesto de vehículos de tracción mecánica, valor catastral de inmuebles y padrón de habitantes.
En 2017, con este quinto indicador de la renta y recogiendo las solicitudes recibidas de algunas áreas para ser incluidas en el Mapa, se han incrementado los límites de 21 de los APIRUs definidos en 2016, y se han sumado 8 nuevas áreas, siendo en total 120 APIRUs que suponen una superficie de 3.689 Has que afectan a 1.250.000 habitantes, lo que representa el 40 % de la población municipal.
Definir la estrategia
El primer aspecto diferenciador de la estrategia era el ámbito de actuación, frente a modelos obsoletos que centraban su esfuerzo organizativo y económico en un ámbito muy limitado y sólo en ese, este Plan se extiende a esas 120 APIRUs que reúnen 590.747 viviendas, que alojan al 40 % de la población municipal.
Además se centra en las áreas con menores ingresos y viviendas poco adecuadas para las condiciones climáticas. Sus objetivos fundamentales son mejorar el confort y las condiciones de habitabilidad de los edificios de vivienda de estas áreas, siempre con criterios de mejora de la accesibilidad y de la eficiencia energética.
Otra importante novedad es que el plan está destinado a edificios residenciales, comunidades de vecinos, no a viviendas independientes ni edificios de propietario único, salvo en el caso de viviendas unifamiliares.
Una situación demasiado frecuente en estas zonas vulnerables, es la de ciudadanos que pasan los últimos años de su vida sin poder bajar a la calle por carecer su edificio de las necesarias condiciones de accesibilidad. Conviene recordar que en Madrid existen cerca de 43.000 edificios de más de 3 plantas sin ascensor, aproximadamente un 40% del total. Esta circunstancia deja a las personas mayores o con movilidad reducida sólo dos opciones: no salir de su casa o irse a vivir alejados de su entorno y de sus familiares, lo que va en contra de las condiciones mínimas de habitabilidad, salud y dignidad.
Además la ciudad de Madrid cuenta aproximadamente con 1,5 millones de viviendas, de las cuales, un 70% son anteriores a 1980, fecha a partir de la cual se comienzan a aplicar la primera norma técnica de aislamiento en edificios. Si en los próximos años se consigue rehabilitar energéticamente esas viviendas se alcanzarían ahorros de energía de hasta un 75% en el municipio, además de contribuir a disminuir muertes prematuras por malas condiciones de salubridad y cumplir con los objetivos europeos orientados a equilibrar la fuerte expansión promotora de los últimos años y el insuficiente mantenimiento y conservación del parque inmobiliario ya construido.
En general, la parte de la población que tiene mayores dificultades para pagar los recibos de la energía, es justamente la que habita en viviendas de peor calidad y la que carece de medios para acometer una rehabilitación que le permita paliar esta situación y poner freno al derroche de energía.
Por ello la estrategia optó por potenciar las ayudas para la mejora de la eficiencia energética. La ayuda para eficiencia energética está condicionada a incrementar al menos una letra la calificación energética inicial del edificio reduciendo la demanda de calefacción, o a reducir un 30% la demanda de calefacción, es decir actuando en la envolvente, colocando aislamiento térmico o fachadas ventiladas, sustituyendo carpinterías y vidrios por otros más eficientes, y otras medidas pasivas, protecciones solares, etc. Una vez alcanzada la mejora de una letra en la demanda con la actuación en la envolvente (fachadas y cubiertas), la ayuda se extiende a la sustitución de equipos por otros más eficientes, la incorporación de energías renovables de cualquier tipo, e incluso cubiertas verdes u otras mejoras.
Este ahorro energético no representa sólo un beneficio individual, sino que contribuye a reducir a nivel estatal las importaciones de energía primaria y reduce la emisión de gases de efecto invernadero, lo que nos acerca a cumplir los objetivos del COP21 y otros compromisos internacionales.
En la convocatoria 2017 se ha implementado una ayuda social, pensada especialmente para aquellos vecinos y vecinas que podrían verse en una situación muy comprometida para poder hacer frente a los pagos de las partes no subvencionadas.
Para generar la confianza necesaria en los ciudadanos se decidió que el 50% de la ayuda se abonase en el momento de iniciar las obras. Con esta medida se consigue paliar el desembolso inicial que conllevan estas obras y ayudar a que técnicos y constructoras pueden facilitar la financiación con la garantía del cobro inicial.
Otro aspecto diferenciador del Plan MAD-RE es que no quiere imponer, quiere convencer, quiere generar confianza y ayudar. ElPlan MAD-RE no quiere obligar y generar problemas a vecinos y vecinas sin medios económicos suficientes, por eso el Plan MAD-RE deja que sea cada uno el que decida lo que quiere hacer y cuando hacerlo, en función de sus necesidades y sus posibilidades.
La cuantía de las ayudas
Era importante, teniendo en cuenta las áreas de actuación, plantear ayudas de cuantía suficiente para que los vecinos pudiesen actuar con un esfuerzo razonable para su economía.
Las ayudas para eficiencia energética son del 50% si se incrementa una letra la calificación energética inicial, o se disminuye un 30% la demanda de calefacción, actuando siempre en la envolvente ó del 60% si se incrementan dos letras la calificación energética, o se disminuye un 50% la demanda de calefacción, con un máximo de 8.000 €/vivienda en ambos casos.
Pero también se potencian las actuaciones de eficiencia energética en envolventes reduciendo las ayudas a conservación, donde sólo se financia el 35% y sólo cuando se interviene en menos del 25% de la envolvente, incentivando que cuando se inician obras importantes en una comunidad de vecinos se opte por colocar medidas de eficiencia energética, que van a mejorar las condiciones térmicas interiores y a ahorrar energía en esas viviendas, frente a simples obras de reparación.
Un aspecto importante de estas ayudas es que se incluye también ayuda para el IVA en la misma proporción de la subvención correspondiente, el IVA para las comunidades de vecinos supone un gasto importante al ser finalistas y no poder desgravárselo. Se incluye también ayudas para los honorarios profesionales y tasas administrativas, de forma que están contemplados todos los gastos.
Otra novedad del plan MAD-RE de rehabilitación de 2017 es el incremento de un 5% en la subvención final si se interviene conjuntamente en 5 o más comunidades del mismo APIRU, con una actuación similar, con el mismo técnico y la misa constructora, incentivando de esta forma las intervenciones de mayor escala.
En la convocatoria 2017 la ayuda social, aplicable a aquellos vecinos y vecinas en situación más vulnerable, es del 90% del presupuesto total subvencionable.
La partida presupuestaria para la convocatoria 2016 fue de 24 M€, que fueron insuficientes para el número de solicitudes recibidas. La partida presupuestaria para la convocatoria 2017 es de 49.731.990 M€, ampliable hasta un 100% más, es decir casi 100 M€, concretamente 99.463.980 M€.
Este Plan se suma a cualquier otra ayuda que quiera mejorar las condiciones económicas. Así algunos distritos han querido destinar también Fondos de Reequilibrio Territorial FRT a la rehabilitación de sus barrios, Barajas ha destinado 1,8 M€ a complementar las ayudas del plan de rehabilitación, destinadas al barrio del Aeropuerto, y Usera ha destinado casi 1 M€, a incrementar la ayuda para la rehabilitación de las fachadas de hormigón de Orcasitas con graves problemas en el material y en eficiencia energética.
Sería estupendo contar con ayudas de otras administraciones para sumar.
La información y la difusión
Lo que parecía más difícil era convencer a los vecinos de que el Plan MAD-RE está destinado a la mejora sus viviendas y que el esfuerzo económico que les iba a suponer estas intervenciones lo iban a compensar rápidamente con la mejora de sus condiciones de vida.
Frente a la experiencia de las oficinas de rehabilitación, que suponían un elevado coste teniendo en cuenta la extensión de las APIRUs, y que no era el modelo de participación que se pretendía, se diseñó una estrategia de comunicación directa con los vecinos y vecinas, siguiendo el modelo del urbanismo participado.
Para terminar, contamos con una oficina móvil que durante dos meses fue recorriendo todas las APIRUs atendiendo las consultas de los vecinos y vecinas de cada barrio. En total se alcanzó a más de doce mil vecinos.
Los resultados del Plan MAD-RE 2016
Los resultados del Plan MAD-RE 2016 confirman ampliamente el diagnóstico realizado para su concepción y en el que se basaron las bases del mismo. En los cinco meses desde el 9 de julio de 2016 hasta el 30 de noviembre de 2016, se han recibido 1.475 solicitudes, que agrupan a 24.552 familias, cifra que da idea de la complejidad de la gestión de este Plan.
En cuanto a las necesidades de los ciudadanos, un 68% han solicitado ayudas para accesibilidad, un 22% para eficiencia energética y un 10% para conservación. El bajo porcentaje de solicitudes en conservación demuestra que ha funcionado la estrategia.
La prevalencia de las obras de eficiencia sobre las de conservación es una buena noticia. En los últimos años el esfuerzo realizado por la rehabilitación no ha estado a la altura de las necesidades reales, y los ciudadanos han llegado a creer que rehabilitar la envolvente de su edificio no era técnica ni económicamente viable. Algo que afortunadamente no han creído los vecinos de nuestra ciudad.
La intervención en la envolvente térmica de los edificios es la única manera de mejorar las condiciones de climatización y confort, aún en ausencia de equipos o de medios económicos para hacer frente al gasto que supone pagar la energía que consumen los equipos, incluso los más eficientes. El ideal sería llegar a los edificios de consumo casi nulo que hicieran posible no necesitar equipos.
Como debilidad a corregir es que no hay ninguna solicitud para incorporar energías renovables por lo que en la campaña de 2017 este será un mensaje a reforzar. Esperemos que coincida con la deseada modificación del Decreto de Autoconsumo eléctrico.
Las solicitudes recibidas en 2016 suponen una inversión de 78 M€, de los cuales 40 M€ serán cubiertos por las ayudas municipales. Con esta inversión se prevé la creación de más de 4.500 puestos de trabajo.
Medioambientalmente la mejora energética de las 5.400 viviendas con medidas de eficiencia energética en los edificios supondrá un ahorro de 65.633.573 de kW de energía primaria no renovable, y se dejarán de emitir a la atmósfera más de 15.332 Toneladas de CO2 al año,
En el primer plazo de la convocatoria 2017, desde el 22 de julio hasta el 14 de agosto se han recibido 924 solicitudes, lo que demuestra que la rehabilitación es posible, que este modelo es acertado y que los vecinos y vecinas quieren adecuar sus viviendas a sus necesidades.
Agradecimientos
Hay que agradecer a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid FRAMV y a las asociaciones vecinales su apoyo para la difusión del Plan, la organización de asambleas y su trabajo para ayudar a los vecinos y vecinas en el proceso. También a todos los técnicos municipales que han hecho posible que el Plan saliera adelante, no sólo con su trabajo, también con su entusiasmo y su ayuda para vencer las dificultades que este Plan novedoso planteaba.