Comunicación presentada al III Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autor
- Josep Bové, Departamento Técnico y Sostenibilidad, Knauf Insulation S.L.
Resumen
Una de las principales causas del cambio climático son las emisiones de CO2 que generan las grandes ciudades, derivadas del gran consumo energético de los edificios. Entre las diversas estrategias planteadas para reducir las emisiones de CO2 cabe destacar la implementación de cubiertas verdes, tanto intensivas como extensivas, siendo las segundas las más comunes. Teniendo en cuenta que 1m2 de cubierta verde puede absorber 5kg de CO2 al año, y la superficie potencial de instalación de las mismas de las grandes ciudades, se podrían absorber millones de kg de CO2 por año redundando en una sustancial mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
Breve historia de las cubiertas ajardinadas
A pesar de que las cubiertas ajardinadas se conciben como elementos constructivos totalmente integrados en los proyectos de ciudades futuras, es uno de los sistemas constructivos más antiguos de la historia
Cubiertas Ajardinadas en la antigüedad
Una de las referencias más antiguas que se tienen son los famosos Jardines Colgantes de Babilonia, que formaban parte de los jardines privados del palacio del rey junto al río Éufrates. Se datan en el siglo VI a.C y en el siglo I a.C el geógrafo griego Estrabón describió los jardines con la siguiente frase: Éste consta de terrazas abovedadas alzadas una sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño….
De Este texto se puede extraer que no fueron elementos que crecieron espontáneamente en los pilares, si no que ya se planificó la funcionalidad de estos en torno al crecimiento de los árboles.
Siguiendo este ejemplo, a lo largo de los siglos se siguieron integrando elementos vegetales en construcciones de todo tipo, desde los mausoleos romanos, pasando por edificios de la nobleza y clero en la edad media hasta las viviendas vikingas, que en su mayoría incorporaban este elemento como capa de aislante.
Cubiertas Ajardinadas en la era moderna
A pesar de que en la construcción de los primeros rascacielos no era común la incorporación de la cubierta ajardinada como un elemento arquitectónico y funcional, podemos encontrar ejemplos de edificios emblemáticos, como el Rockefeller Center de Nueva York, construido en los años 30, que fue uno de los pioneros en implementar elementos ajardinados en la azotea.
En actualidad, la incorporación de cubiertas ajardinadas es una tendencia al alza que va acorde con el creciente número de edificios con certificaciones sostenibles que se construyen. Esto queda patente en proyectos de importante envergadura donde ya se incorporan superficies ajardinadas, como, por ejemplo el Science Hills Komatsu, un museo de ciencia de Japón que incorpora cubierta ajardinada.
Tipos de cubiertas ajardinadas
Dependiendo de la funcionalidad que se le quiera dar a la cubierta, se diferencian dos variantes de cubierta ajardinada:
Cubiertas Ajardinadas Intensivas
Este tipo de cubiertas suelen ser de gran profundidad de sustrato, normalmente bastante superior a los 15 cm. Esta característica permite cultivar prácticamente cualquier tipo de planta, desde césped hasta arbustos ornamentales, pasando por árboles de crecimiento medio. Dependiendo de la plantación que tenga que haber en la cubierta el espesor del suelo también aumentará, así como la intensidad de riego y el nivel de mantenimiento requerido. Por ejemplo, una cubierta intensiva con césped, que se destine a uso recreativo necesitará un corte de césped más habitual, pero requerirá un menos espesor de suelo que una cubierta que alberque árboles de raíz pequeña, que no necesitará una poda tan intensiva, pero si un espesor mayor de sustrato. Suelen ser transitables, y lo que pretenden es simular un entorno que encontrarías en la naturaleza adaptando los estratos a nivel de la cubierta. Este tipo de cubiertas tienen un gran peso, por lo que la estructura de soporte debe estar dimensionada para tal fin.
Cubiertas Ajardinadas Extensivas
Las cubiertas extensivas, a diferencia de las intensivas, requieren un menor espesor de suelo. Esto implica que la vegetación que soporta no puede ser de raíz profunda, y constaría básicamente de sedums, césped, musgos. Por lo general necesitan un mantenimiento muy reducido y un menor aporte externo de agua que las cubiertas intensivas. No se puede considerar transitable, ya que en las plantas que componen estas cubiertas no soportan un tránsito intenso, pero son visitable para mantenimiento. No se considera una cubierta apta para el recreo, su funcionalidad se limita a la protección de los elementos de la cubierta base (aislamiento, impermeabilización, etc.), así como elemento de sombra para la protección directa del sobrecalentamiento solar.
Cubiertas ajardinadas extensivas ligeras
Dentro de la categoría de cubiertas extensivas hay que diferenciar las extensivas tradicionales y las extensivas ligeras.
En la cubierta extensiva ligera se sustituye el sustrato orgánico y mineral tradicional por un sustrato ligero con una alta capacidad de retención de agua. Esta circunstancia permite disminuir el espesor total de la cubierta ajardinada y reducir drásticamente su peso, haciendo factible su incorporación en edificios existentes sin comprometer la estabilidad estructural de los mismos. Por otra parte, se consigue un mayor aprovechamiento del agua de riego y de la lluvia.
Beneficios de las cubiertas ajardinadas
Medioambientales
Reducción del efecto isla de calor urbana
Las cubiertas verdes son uno de los modos más eficaces de reducir la temperatura ambiente en las zonas urbanas. Durante el verano las temperaturas de las ciudades se sitúan entre 5 y 7ºC por encima de las zonas rurales debido a la absorción de calor de los edificios y de las calles. La temperatura de una cubierta tradicional puede ser hasta 40ºC más elevada que la de una cubierta verde. Según un estudio realizado por el Centro Tyndall para el Cambio Climático se necesita un 10% más de vegetación en las ciudades para mitigar el efecto isla de calor urbana.
Reducción del CO2
Las cubiertas verdes ayudan a reducir la cantidad de CO2 presente en la atmósfera, que se considera una de las causas más importantes del calentamiento global. 1 m2 de cubierta verde puede absorber 5 kg de CO2 al año. Los investigadores calculan que 1 m2 de cubierta verde ayudan a absorber 0,2 kg/año de partículas en suspensión del aire.
Retención de aguas pluviales
Una ventaja fundamental de las cubiertas verdes es el aprovechamiento de las aguas pluviales, reduciendo la carga de los sistemas de alcantarillado entre un 70 y un 95%. La capacidad de retención de aguas pluviales ayuda a limitar los accidentes provocados por precipitaciones abundantes.
Depuración de las aguas pluviales
Mediante biofiltración natural, las cubiertas verdes impiden que los contaminantes y las toxinas lleguen a las corrientes y a los canales. Según un estudio de Kohler & Schmidt (1990), el 95% del plomo, cobre y sulfuro de cadmio y el 19% del cinc que procede de las aguas pluviales se queda en el sustrato, lo que ayuda a mejorar la calidad del agua de la zona.
Aire más limpio
La vegetación que conforman las cubiertas verdes recogen las partículas en suspensión del aire, tales como polución urbana, metales pesados y compuestos orgánicos volátiles representando un efecto positivo en la calidad del aire y en la salud de los habitantes. Según varios estudios, la presencia de zonas verdes tiene un efecto psicológico relajante, ayuda a reducir la presión sanguínea y disminuye las pulsaciones
Hábitat natural
Las cubiertas verdes sirven de hábitat para varias especies y restablecen el ciclo ecológico alterado por la infraestructura urbana.
Económicos
Vida útil de las cubiertas
Las cubiertas verdes aumentan la durabilidad de los sistemas de estanqueidad. Los materiales sobre los que se asientan están protegidos de los daños mecánicos, de la radiación ultravioleta y de las temperaturas extremas, reduciendo los costes de reparación y mantenimiento.
Rendimiento energético
Las cubiertas verdes ayudan a reducir el consumo de energía necesario de calefacción y refrigeración en un 25 y un 75%, respectivamente. Debido a los constantes aumentos de precio de la energía, reducir los costes de climatización resulta cada vez más importante.
Confort acústico
Las cubiertas verdes ofrecen un buen aislamiento acústico, contribuyen a la reducción del estrés provocado por el ruido urbano y crean entornos más agradables. Cabe destacar su incidencia en áreas urbanas colindantes a zonas industriales y aeropuertos.
Sociales
Aspecto natural
El carácter natural de las cubiertas verde suaviza el aspecto de las construcciones de hormigón de las zonas urbanas e introduce cambios importantes en la arquitectura moderna. Permiten crear un hábitat ecológico dentro de las grandes urbes.
Espacio verde útil
Las cubiertas verdes proporcionan espacios ajardinados en las zonas urbanas, recuperando su conexión con la naturaleza y creando áreas comunitarias donde fomentar el ocio y las relaciones sociales. Las cubiertas verdes revalorizan los inmuebles comerciales y residenciales.
Agricultura urbana
Adicionalmente, las cubiertas verdes pueden crear oportunidades para la agricultura urbana. Pueden reducir la huella ecológica de la población, gracias a la creación de sistemas de alimentación locales y garantizar la autonomía de recursos alimenticios.
Presente y futuro
Actualmente las cubiertas ajardinadas se están convirtiendo en un valor al alza para el fomento de la mejora ambiental de las grandes ciudades. Ejemplo de ello son los planes de implementación de este tipo de cubiertas en ciudades como Barcelona, Pla de Verd i Biodiversitat de Barcelona 2020 o Madrid, plan Madrid + Natural.
A nivel europeo ya es una realidad la implementación de las cubiertas ajardinadas como por ejemplo Copenhague que obliga a los nuevos edificios a incorporar algún tipo de vegetación en la azotea, o Francia, que igualmente obliga a la incorporación de techos verdes o paneles solares.