Comunicación presentada al IV Congreso Edificios Energía Casi Nula:
Autores
- Gloria Gómez Muñoz, Arquitecta, Cc60 estudio de arquitectura
- Isabela Velázquez Valoria, Consultora y arquitecta urbanista, Gea21
- Georgios Tragopoulos, Técnico de Eficiencia Energética y Movilidad, WWF España
Resumen
La calidad de vida de los ciudadanos, y especialmente de los grupos sociales más vulnerables, depende en gran medida de la calidad de las viviendas y de las condiciones climáticas. Así mismo, es evidente que mientras el cambio climático avanza, una parte mayor de la sociedad española entrará en situación de vulnerabilidad monetaria, sanitaria y energética, ya que sus viviendas necesitarán cada vez más energía para mantener las condiciones de confort. Para WWF es evidente que la rehabilitación energética de las viviendas puede ser el factor determinante que mejore la habitabilidad de las viviendas y la calidad de vida de la ciudadanía, rebajando simultáneamente costes para el sistema sanitario. Además, la rehabilitación debe ser a partir de ahora una política social que responda a las necesidades socioeconómicas específicas de las diferentes provincias españolas, fomentado así el sector y asegurando que los fondos públicos se canalicen hacía las franjas de la sociedad que más los necesitan. De esta manera la rehabilitación puede ser parte del nuevo modelo urbano que hemos de construir, un modelo bajo en emisiones de carbono, más sostenible, inclusivo y equitativo, como está recogido por los objetivos del desarrollo sostenible y por la nueva agenda urbana de las Naciones Unidas, Hábitat III.
Palabras clave
Rehabilitación Energética, Vivienda, Salud, Cambio Climático, Fenómenos Climáticos Extremos, Pobreza Energética
Introducción
La COP de Paris ha dejado claro que la humanidad se enfrenta a uno de los retos más importantes de su historia: el cambio climático. También ha puesto en evidencia que para combatirlo tenemos que trabajar todos juntos, ayudando a los más débiles y vulnerables y tomando cada uno la responsabilidad que le corresponde según su capacidad económica y el impacto de sus actividades. Hemos alcanzado un aumento de la temperatura media de 1°C en relación con los valores preindustriales, lo que significa que algunos de los efectos del cambio climático son ya inevitables y tenemos que prepararnos para que la adaptación sea lo menos abrupta posible.
Uno de los retos más importantes que tendremos que abordar es el impacto del cambio climático en la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo reconoció en 2008 y puso de manifiesto la necesidad y la urgencia de desarrollar medidas adecuadas e integrarlas en los planes de adaptación. No faltan razones y evidencias para ello. La ola de calor del verano de 2003 causó unas 15.000 muertes adicionales en Francia, pero no es el único fenómeno que ha aumentado o ha empezado a cambiar patrones a lo largo de las dos últimas décadas y que, directa o indirectamente, y en consonancia con otros determinantes, afectan de manera negativa a la salud humana.
WWF España trabaja desde hace años para cambiar el modelo de desarrollo y promover la transición hacia un modelo energético eficiente y limpio, elemento clave para conseguir una economía de menor consumo energético y bajas emisiones de gases de efecto invernadero. A través de distintos proyectos, WWF ha puesto ya de manifiesto la necesidad de rehabilitar energéticamente los edificios residenciales para reducir el consumo energético y por tanto las emisiones de gases contaminantes (el residencial produce al año el 66% de las emisiones del sector de la edificación), pero también porque ve claro el vínculo entre la mejora de la habitabilidad de las viviendas y la calidad de vida de las personas.
Descripción
Salud, vivienda y cambio climático: situación de partida
Los factores que determinan la salud humana son la biología, el entorno, los hábitos y los servicios de salud. En el “entorno” se engloban el hábitat y la vivienda, así como su relación con la edad y los impactos del cambio climático en nuestro país. España es uno de los países europeos que se verá más afectado por el cambio climático. El incremento progresivo de las temperaturas medias, la mayor frecuencia de anomalías térmicas, especialmente de las máximas estivales, la disminución de las precipitaciones y el aumento de los fenómenos climáticos extremos (olas de calor o de frio, lluvias torrenciales, etc.) son tan solo algunas de las características que componen un posible escenario futuro.
Así mismo, España dispone de un parque residencial en su mayoría obsoleto en cuanto a la calidad constructiva y la eficiencia energética. Un 75% de los 18 millones de viviendas principales fueron construidas entre 1960 y 2007, lo que significa que no cumplen con ninguna regulación sobre eficiencia energética en los edificios (1961-1979), o bien cumplen con unos niveles de eficiencia y habitabilidad muy bajos en comparación con los estándares de confort de hoy en día. Este hecho y su correlación con la imposibilidad de casi 3,3 millones de hogares de mantener la temperatura de confort en invierno y de 4,5 millones en verano por razones socioeconómicas llevan a unas condiciones de vida de mayor vulnerabilidad frente a las condiciones climáticas, algo que se agravará según avanza el impacto del cambio climático en el país.
Además, la población española está cada vez más envejecida. En 2015 el porcentaje de la población de más de 65 años era de 16,5%, mientras que para 2029 este porcentaje alcanzará el 25% de la población y en algunas provincias superará al 30%. Este grupo social es muy vulnerable a los fenómenos climáticos extremos.
En resumen, las condiciones para la salud humana relacionadas con las viviendas en España son:
- La falta de adecuación del parque residencial existente, en su mayoría, para cumplir con los objetivos de confort climático de los vecinos actual y futuro.
- La alta tasa de envejecimiento de la población española, un grupo social con una mayor morbilidad estructural y una menor capacidad de adaptación o aclimatización a las nuevas condiciones climáticas, que previsiblemente se va a acentuar los próximos años.
- La imposibilidad de muchos hogares de hacer frente a los gastos de mantenimiento y conservación de las viviendas y de climatización tanto en invierno como en verano.
Impactos
Estos factores, muy visibles ya en nuestro país, no solo tienen una huella social, sino también monetaria, ya que los efectos en la salud tienen un impacto directo en el sistema sanitario y social, aunque su cuantificación es difícil de determinar con exactitud por la falta de datos.
La OMS atribuye un 30% de la mortalidad adicional en invierno a las condiciones inadecuadas de las viviendas, un porcentaje que, en el caso de España y en consonancia con otros estudios, puede suponer al año la muerte de 838 personas durante el periodo invernal. Apenas hay estudios que ofrezcan datos sobre el impacto de las condiciones interiores de las viviendas en la mortalidad en periodos cálidos. Si aplicamos el mismo porcentaje (30%) para el periodo estival, se puede estimar una cifra anual de 1.328 muertes por esta causa. Se destaca aquí que las comunidades autónomas que más mortalidad presentan en los meses fríos no son las que tienen climas más extremos. El primer lugar lo ocupa Andalucía (234), seguida por Galicia (99) y Castilla y León (70). El verano tampoco es liderado por la comunidad más cálida, ya que la mayoría de las muertes se registran en Madrid (229), seguida por Andalucía (210) y Cataluña (170). Una explicación a estos datos es que las viviendas no suelen estar adecuadas para hacer frente a situaciones climáticas extremas no habituales en su localización, lo que conduce a que en los climas cálidos la mayor parte de las viviendas no estén suficientemente aisladas y no dispongan de instalaciones de calefacción a pesar de que hay periodos fríos, y en las zonas con climas fríos las viviendas no dispongan de condiciones adecuadas para evitar el sobrecalentamiento.
Escenarios de futuro
La evolución de los factores como la pobreza energética y monetaria, la vulnerabilidad por grupo de edad, la evolución del cambio climático y el número de personas afectadas en un futuro muy cercano dependerá de las políticas públicas que se diseñarán para abordar estos problemas. Las siguientes gráficas demuestran una serie de escenarios de evolución de estos factores y su impacto sobre la salud de los grupos sociales afectados.
Las gráficas demuestran cómo la situación actual puede empeorar en el futuro (figura 1) por el efecto de los factores expuestos anteriormente, poniendo en situación de vulnerabilidad a una parte cada vez mayor de la sociedad. Para revertir esta situación son necesarias políticas de eficiencia energética y habitabilidad de las viviendas que respondan al impacto del cambio climático y políticas sociales que tengan como objetivo la reducción de la pobreza en nuestro país (figura 2). Estos dos ámbitos se pueden integrar en programas de mejora de la habitabilidad de las viviendas con criterios sociales que ayuden a esa porción de la población que por su situación socioeconómica es más vulnerable.
Metodología
Los elementos que determinan el impacto sobre la salud de las condiciones de las viviendas (calidad de las viviendas, vulnerabilidad de la población y baja renta) permiten elaborar una matriz que identifica aquellas regiones en las que actualmente se dan las circunstancias que provocan un mayor impacto sobre la salud por las condiciones de las viviendas. Si a estos datos se añaden las previsiones de cambios demográficos por envejecimiento de la población y datos que describan el impacto del cambio climático, se pueden identificar las zonas con mayor vulnerabilidad. Esto permitiría definir las estrategias más adecuadas en función de la previsible evolución de cada uno de estos indicadores.
Los indicadores que se han considerado son los siguientes:
- Población > 65 años (Media de las provincias en 2015: 15,61%; Mediana de las provincias en 2015: 17,15%)
- Viviendas construidas antes de 1980 (35 años de antigüedad) (Media de las provincias en 2015: 52,94%; Mediana de las provincias en 2015: 50,86%)
- Mortalidad asociada a las olas de frío (Media de las provincias para el periodo 2000-2009: 85 muertes por cada millón de habitantes; Mediana de las provincias para el periodo 2000-2009: 58 muertes por cada millón de habitantes)
- Mortalidad asociada a las olas de calor (Media de las provincias para el periodo 2000-2009: 117 muertes por cada millón de habitantes; Mediana de las provincias para el periodo 2000-2009: 95 muertes por cada millón de habitantes)
- Días de ola de frío 2000-2009
- Días de ola de calor 2000-2009
Resultados y datos obtenidos
Según lo expuesto anteriormente, las provincias se pueden caracterizar según el factor que predominantemente describe su situación. En función de esta circunstancia, serán diferentes las estrategias y soluciones para reducir el impacto sobre la salud debidas al comportamiento de las viviendas. De esta manera podemos establecer la siguiente clasificación:
Discusión
Según los indicadores expuestos, las políticas relacionadas con la rehabilitación energética de las viviendas no pueden ser indiscriminadas, sino tener un público objetivo concreto para poder alcanzar un impacto social, climático y económico de mayor alcance. Actualmente existen muy pocos datos que estimen los costes económicos para la sanidad derivados de las condiciones de inhabilidad de las viviendas. Los estudios en España se centran en la efectividad de los planes de prevención en olas de calor y frío y utilizan los valores de investigaciones en otros países. De esta manera se asume que cada muerte evitada supone 1,1 años con un coste de 0,11 M€ por año de vida. Estudios en otros países señalan que los beneficios derivados de la rehabilitación energética de las viviendas son múltiples. Además del impacto directo sobre los habitantes que ya no están expuestos a bajas o altas temperaturas, la reducción de emisiones de gases contaminantes por un menor uso de los sistemas de climatización supone una mejora directa de la calidad del aire. Otros efectos positivos son la disminución de las visitas a los servicios de urgencias y de la hospitalización, así como el absentismo laboral y escolar por enfermedad. No existen datos que permitan cuantificar económicamente todos estos beneficios.
Conclusiones
WWF considera que la rehabilitación debe ser parte del nuevo modelo de desarrollo que debemos construir. Un modelo que se dicta por los objetivos del desarrollo sostenible y por la Nueva Agenda Urbana de las Naciones Unidas. Por tanto, es importante mirar la rehabilitación energética y la regeneración de los edificios y barrios no como una actuación meramente monetaria, que su éxito depende solamente del coste, el beneficio y la amortización de la inversión, sino como una actuación de mejora de la calidad de vida de la sociedad en su conjunto, que tenga beneficios mucho más allá que un proyecto de construcción. Con este fin, es importante incorporar los enfoques y objetivos de salud en las políticas públicas de vivienda, especialmente en las estrategias de rehabilitación, además de integrar la adaptación y la resiliencia de las viviendas al cambio climático como un apartado específico recogido en el Código Técnico de la Edificación (CTE). Así mismo, es necesario fomentar la investigación sobre la incidencia del cambio climático en el comportamiento de las viviendas, el impacto de las medidas de eficiencia energética y mejora de las condiciones de accesibilidad y habitabilidad y los efectos sobre la salud de las olas de frío y calor. Además, crear equipos mixtos y espacios híbridos de intercambio de conocimiento, que integren expertos en salud pública con arquitectos y otros profesionales del sector de la rehabilitación para el diseño y la realización de intervenciones de rehabilitación en las viviendas.Así mismo, es de crucial importancia Integrar en las políticas de rehabilitación enfoques específicos centrados en los sectores más vulnerables de la población, teniendo en cuenta que deben ser gratuitas y ágiles en comunicación y gestión y adaptadas a sus necesidades específicas. En este sentido hay que fomentar los procesos participativos de la ciudadanía en cada distrito y barrio para conocer en profundidad los problemas que afronta y actuar asegurando la protección e inclusión de los grupos más vulnerables.
Referencias
- (AEMET 2016) Olas de calor en España desde 1975. Área de Climatología y Aplicaciones Operativas
- (AEMET 2016). Generación de escenarios regionalizados de cambio climático para España.
- (Asociación de Ciencias Ambientales, 2014). “Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética”
- (Carmona et al 2016). «Temperaturas umbrales de disparo de la mortalidad atribuible al frío en España en el periodo 2000-2009. Comparación con la mortalidad atribuible al calor»
- (Chapman et al, 2008). Retrofitting houses with insulation: a cost–benefit analysis of a randomised community trial. J Epidemiol Community Health 2009; 63:271–277. doi:10.1136/jech.2007.070037
- (Comisión Europea, 2009). Solidarity in Health: Reducing health inequalities in the EU.
- (Cuchí y De la Puerta 2016). Diagnóstico de la Rehabilitación en las Comunidades Autónomas. Grupo GTR. GBCe y Fundación CONAMA.
- (De Luxán, et al 2008) Estudio para la definición de parámetros con criterios prestacionales que establezcan condiciones de habitabilidad en las viviendas. Ayuntamiento de Madrid
- (Díaz et al 2005) Impacto de las temperaturas extremas en la salud pública: Futuras actuaciones. Revista Especial Salud Pública 2005; 79: 145-157.
- Rehabilitación energética de viviendas: cómo mejorar la calidad de vida y combatir el cambio climático (WWF).